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Nº 125 - Cosas que me gustan

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mas de <strong>me</strong>dia hora hacía <strong>que</strong>nos batíamos con fuego vivo deuna y otra parte cuando <strong>me</strong> daaviso el sargento de artillería demi división <strong>que</strong> se habían desmontadocuatro cañones de los<strong>que</strong> tenía a su cargo, con cuyomotivo adelanté con los artillerosel <strong>que</strong> había <strong>que</strong>dado servibleen el expresado bo<strong>que</strong>te,esperando hiciese el efecto enlas tropas enemigas <strong>que</strong> por supoco calibre no hacía, y comoera <strong>me</strong>nester fuese sostenidopor la fusilería en nú<strong>me</strong>ro considerable,pretendí sacar doscientoshombres de,los parapetosde piedras grandes <strong>que</strong> natural<strong>me</strong>ntehabía en la cima delcerro, y encuentro <strong>que</strong> toda latropa había desmó.yado de talsuerte <strong>que</strong> no pude conseguirsacar un solo soldado por más<strong>que</strong> hice castigándolos con elsable hasta romperlo, con cuyomotivo salí solo con mi hijo elcadete a ver si podía retirar elcañón <strong>que</strong> había avanzado, por<strong>que</strong>la caballería enemiga seavanzaba en acción de cortarlo,y así lo verifiqué retirándolo delbo<strong>que</strong>te, en donde <strong>me</strong> dieronaviso <strong>que</strong> el sargento <strong>que</strong> mandabael cañón de arriba del cerrohabía muerto, y el cañón se habíadesquiciado, con cuyo avisosubí al cerro, y cuando <strong>me</strong> halléen la cima vi <strong>que</strong> mi gente huíaprecipitada<strong>me</strong>nte, y <strong>que</strong> uno deellos <strong>me</strong> llevaba el caballo, <strong>que</strong><strong>me</strong> rescató un dragón, y habiéndo<strong>me</strong>loconducido salí bajo elfuego de los enemigos, <strong>que</strong> yanos perseguían sin oposición.En toda la distancia <strong>que</strong> haydesde a<strong>que</strong>l punto hasta cercadel pueblo de Huaqui de dondehabíamos salido, nos hicieronfuego como 80 hom bres de caballería,<strong>que</strong> era todo lo <strong>que</strong> teníaa<strong>que</strong>lla división enemiga.Hice los mayores esfuerzos parahacer volver la cara a mis tropas,nunca lo pude conseguir, ni <strong>me</strong>nosen el pueblo de Huaquidonde hice tocar llamada, perotodos huyeron precipitada<strong>me</strong>ntepor los cerros, no atendiendoa ella, huyendo vergonzosa<strong>me</strong>ntey tirando las armas".El fraile Antonio Cuesta haceesta síntesis: "In<strong>me</strong>diata<strong>me</strong>nte<strong>que</strong> estuvo formada la divisiónen el pueblo de Huaqu i, cOlJlandadapor el teniente coronel Bolaños,marchó a atacar al enemigo, cuya acción fue ignom i­niosa<strong>me</strong>nte perdida por la divisiónde paceños, quienes despuésde haber sostenido elfuego como un cuarto de hora(habiendo en este inter<strong>me</strong>diooficiales y soldados escondidosentre las piedras, dando los soldadosexcusas frívolas, habiendosido reconvenidos porlos ayudantes y oficiales de honor)el uno <strong>que</strong> había perdido eltornillo pedrero del fusil, el otro<strong>que</strong> había perdido las piedras;de suerte <strong>que</strong> al c,uarto de horade emprendido el fuego fuemandada la división a atacarmás viva<strong>me</strong>nte al enemigo, y lossoldados, lejos de seguir la acciónemprendida, empezaron ahuir con tanta precipitación <strong>que</strong>no bastó a contenerlos el cuerpode reserva".'Permítase nos <strong>que</strong> intercalemosa estas transcripcionesnuestro asom bro por las expresionesde "sorpresa" <strong>que</strong> emitenestos protagonistas. No podemosexplicarnos cómo unejército en movimiento puedeser sorprendido, y entendemos<strong>que</strong> cuando Viamonte dice <strong>que</strong>el enemigo los atacó contrariandosus esperanzas, se refierea las esperanzas de poderlosorprender; También nos dejaperplejos los accidentes <strong>que</strong> sufrela artillería hasta <strong>que</strong>dar rápida<strong>me</strong>nteinutilizada, <strong>que</strong> nosabemos si atribuir a su mal estado,a impericia o sabotaje delos artilleros, a la acción delenemigo o a una curiosísima fatalidad,y tampoco entendemoscómo en el mo<strong>me</strong>nto dedarse laalarma Bolaños no encontróoficiales y tuvo <strong>que</strong> su pli rlos consargentos y cabos.Sigamos con los testimonios.Dice Montes de Oca: "Adelantéun poco la marcha de las tropascon una partida de guerrillas<strong>que</strong> había aprontado, y llegandoal paraje donde se encontraba elRepresentante, observé <strong>que</strong> yaestaba formada en batalla unadivisión enemiga a distancia deun tiro corto de los cañones <strong>que</strong>tenía, y <strong>que</strong> las alturas cercanasestaban igual<strong>me</strong>nte cubiertasde partidas de los mismos; <strong>que</strong>en esta disposición coloqué conaprobación del Representantelas guerrillas <strong>que</strong> llevaba: <strong>que</strong> aeste tiempo, <strong>que</strong> era cuando seaproximaban las tropas, bajaronde los cerros por distintos parajesel teniente coronel graduadoJoaquín Paz y muchos soldadostodos en dispersión, divulgandola noticia de <strong>que</strong> las fuerzas <strong>que</strong>estaban a cargo de los generalesViamonte y Díaz Vélez, habíansido com pleta<strong>me</strong>nte derrotadascon pérdida de su artillería; <strong>que</strong>este anuncio, y la muerte de doshombres y un herido <strong>que</strong> al propiotiempo sucedió en a<strong>que</strong>lpu nto, posesionó de tal terror alos oficiales y soldados del regimientode La Paz, <strong>que</strong> ni elejemplo del Representante ymío, presentándonos en el másinminente riesgo, ni las órdenesmás estrechas, ni las eficacespersuasiones pudieron contenerel <strong>que</strong> se pusieran en precipitadafuga, envolviendo en ellael cuerpo de reserva, y pasándosealgunas compañías alenemigo. Que sin embargo deesto <strong>me</strong> mantuve al punto con laartillería, hasta <strong>que</strong> desmontadasdos piezas y reforzados losenemigos con otra división <strong>que</strong>bajó de las alturas (la de Tristán),fue preciso abandonarlo".Balcarce coincide: "Cuandollegaba la cabeza de la columna<strong>que</strong> venía de Huaqui, bajaron delos cerros por distintos parajesuna porción de dispersos de lasdivisiones del señor Viamonte,divulgando <strong>que</strong> la fuerza <strong>que</strong> seencontraba a cargo de este generalhabía sido derrotada conpérdida de la artillería; <strong>que</strong> estanoticia causó tal temor a la tropade la división <strong>que</strong> llegaba, <strong>que</strong> niel ejemplo del Representante ymío presentándonos en el másinminente riesgo, ni las persuasionesmás eficaces, pudieroncontener el <strong>que</strong> se pusiese enuna precipitada fuga ycompletadispersión, arrollando cuantoencontraba y habiéndose almismo tiempo pasado al enemigovarios pi<strong>que</strong>tes de lamisma."87

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