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Nº 125 - Cosas que me gustan

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Todo es Historia <strong>125</strong>Huaqui, el desastre inicialsión de combatientes. Testimoniodel teniente FernandoArriola: "Cuando llegué a Jesúsde Machaca, a las 3 de la mañanadel 21 de junio, la hallé sa<strong>que</strong>adapor los <strong>que</strong> habían fugadode la acción, y <strong>que</strong> a estemal ejemplo se unieron los demása pesar de los esfuerzos delseñor Viamonte para reunir a latropa". Declaración del capitánJosé Eustaquio Moldes: "Heoído decir <strong>que</strong> efectiva<strong>me</strong>ntelas tropas, separadas de la vistade sus jefes y oficiales co<strong>me</strong>tieronvarios excesos, pero <strong>que</strong>esto tenia mucha parte la oposicióny ninguna hospitalidad <strong>que</strong>encontraron en los habitantesde a<strong>que</strong>llos caminos, los cualesles negaban cuanto auxilio lespedían para continuar su retirada,de donde nacía <strong>que</strong> el soldadose hacía dar por la fuerza lo<strong>que</strong> no podía conseguir degrado. "Continuación del relato delayudante de Viamonte, JoséApolinario Saravia: "Bien cerradala noche, sabida ya por elseñor Viamonte la pérdida delcuartel general <strong>que</strong> era Huaquipor conducto de dos paceños<strong>que</strong> casual<strong>me</strong>nte pudieron pasarsede a<strong>que</strong>lla división a la delseñor Viambnte, ordenó esteseñor la retirada en silencio,pues allí no tenía la tropa ni alojamiento,ni qué co<strong>me</strong>r, despuésde la fatiga detodo el día, ni ropacon <strong>que</strong> abrigarse de la fuertehelada <strong>que</strong> había, pues todo seperdió en el campa<strong>me</strong>nto <strong>que</strong>les tomaron los enemigos, y lasmuniciones <strong>que</strong> tenían eran muyescasas". (Cuando se le preguntóa Viamonte por qué noprotegió adecuada<strong>me</strong>nte elcampa<strong>me</strong>nto contestó <strong>que</strong> por<strong>que</strong>nunca pensó en perder laacción (!). "En la madrugada del21 habiendo tocado generala nose encontraron ni doscientoshombres, por<strong>que</strong> los <strong>que</strong> estuv·ieronreunidos la tarde anteriorcon parte de los oficiales aquienes les comuniqué la ordende reunión, sin obedecerla sehabían pasado para adelante, ylos <strong>que</strong> se retiraron a<strong>que</strong>llanoche, <strong>que</strong> bien podían ser del' .400 a 1.500, con la oscuridadde ella, la ninguna práctica ena<strong>que</strong>l destino y la falta deba<strong>que</strong>anos, unos pasaron porun lado y oüos por otro delpueblo, <strong>que</strong>dando algunos dis-'persos en los ranchos <strong>que</strong> habíaal costado del camino, y lo <strong>que</strong>más es, perdiendo total<strong>me</strong>nte lasubordinación, cada uno tomópor donde se le antojó y si algúnoficial se le imponía se echabael fusil a la cara, como <strong>me</strong>sucedió a mí."Al día siguiente, 22 de junio,abandonaron Jesúsde Machacay se dirigieron a Viacha, dondese le incorporaron el presidentey vocal de la Junta Provincial deLa Paz, Domingo Tristán (primode Goyeneche) y José Astete,respectiva<strong>me</strong>nte. "Llegados aViacha -cuentan éstos-, vimosel estado miserable en <strong>que</strong> ibanllegando las tropas, sin poderdarles el <strong>me</strong>nor auxilio por haberfugado lodos los indios delpueblo. De Viacha marcharon aCalamarca, nueve leguas de distancia,y en ese trayecto el imprevisibleRiveros y sus hombresdesaparecieron. Llegarona Calamarca. como a las dos otres de la mañana del 24 de junio,y allí se encontraron conDíaz Vélez. Este, ya resuelto aproceder por su cuenta, resolviócontinuar la marcha y así lo hizoa pesar de la oposición de Viamonte;Tristán y Astete, quienesintentaron en vano hacer regresara algunos oficiales: les contestaron<strong>que</strong> no se volvían por<strong>que</strong>el enem igo se les echabaencima a<strong>que</strong>lla misma noche"Para obligarlos más a<strong>que</strong> no sedispersaran -dice Saravia- elseñor Tristán les repartió dinerode su bolsillo en considerablecantidad, y le ofreció a cada soldadoun vestuario y un peso diariofuera de su sueldo durante sureunión, más nada fue bastante.""A todo esto llegó partede la ciudad de La Paz, dondesólo habia una guarnición de 18hombres, <strong>que</strong> estaba en insurreccióny habían muerto a palosa don Diego Guin, <strong>que</strong> hacía degobernador interino en ausenciade Tristán, y <strong>que</strong> allí a nadiese obedecía, por lo cual dispusoViamonte regresar con sus pocastropas, la mañana del 25 encompañía del señor Tristánhasta a<strong>que</strong>lla ciudad <strong>que</strong> <strong>que</strong>dabaa unas doce leguas denuestra retaguardia. "Entrarona las 5 ó 6 de la tarde; el pueblolos recibió con grandes muestrasde regocijo y de consiguientese tranquilizó; allí estuvieronrefaccionando el estadode las tropas, y trataban a<strong>que</strong>llosjefes de ver si podían formaruna fUerza capaz de contener alenemigo <strong>que</strong> se aproximaba,hasta <strong>que</strong> el día 29, como a launa o 'dos de la tarde, llegó unchasqui del señor Goyenechepor el <strong>que</strong> intimaba la rendiciónde La Paz, <strong>que</strong>dando sus fuerzasen Tiahuanaco distante trece leguas.Como aún estábamos enestado de indefensa, en esa horadio orden el señor Viamonte demarchar hacia Oruro". (En elcamino un chasqui de Dlaz Vélezles anunció <strong>que</strong> se hallaba enOruro junto al General en Jefe yal Representante).Viamonte relató así su intervenciónen La Paz: "El día 21supe <strong>que</strong> la ciudad de La Paz, eninsurrección los indios habíanmuerto al colega marqués deSa'( Felipe, y a un europeo, yaprisionado a los demás de estanación; para evitar estos males,de acuerdo con el señor presidentede la Ju nta Provincial donDomingo Tristán y el' colegadoctor Astete, determiné pasarcon la 'poca gel)te <strong>que</strong> tenía a ladicha ciudad, y lo verifiqué e<strong>125</strong>,resultando de esta afortunadadeterminación el bien de tranquilidad<strong>que</strong> luego se estableeiÓ, siendo muy reprobable laconducta de los colegas Landaveriy Valdes, <strong>que</strong> habían profu-

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