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Nº 125 - Cosas que me gustan

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gado, lo mismo <strong>que</strong> I¡¡ mayorparte del cuerpo municipal, dejandoacéfalo el gobierno y sujetaa<strong>que</strong>lla gran población a loshorrores del desenfreno de lapopularidad ya en fer<strong>me</strong>ntación.Enella <strong>me</strong> mantuve hastael día 29 en <strong>que</strong> sabiendo de laaproximación de los enemigos eintimación a la ciudad, determinésalir con las tropas <strong>que</strong> tenía,pues sin energía algunaa<strong>que</strong>lla multitud de habitantessólo trataba de abandonar laciudad, cuya conservación notenía fuerzas con <strong>que</strong> mantener."Bolaños vivió toda una odiseaen su retirada y estuvo a puntode morir a manos de sus propiossoldados. "Saliendo de a<strong>que</strong>lpueblo (Huaqui) acompañadode mi hijo, tomé el camino parala siguiente posta, y habiendoandado poco más de una legua,alcancé toda a<strong>que</strong>lla tropa desmandada<strong>que</strong> he dicho, los <strong>que</strong><strong>me</strong> cercaron injuriándo<strong>me</strong>,a<strong>me</strong>nazándo<strong>me</strong> y diciéndo<strong>me</strong><strong>que</strong> yo era el "amigo" <strong>que</strong> había<strong>que</strong>rido sacrificarlos; y uno deellos con la mayor osadía searrojó a mí deteniéndo<strong>me</strong> el caballopor la rienda, y echó manoa la carabina <strong>que</strong> traía, en cuyocaso eché mano a una pistola<strong>que</strong> le descerrajé a éste y no salióel tiro, y él preparó su arma y<strong>me</strong> tiró hiriéndo<strong>me</strong> en el brazocon solo los tacos por<strong>que</strong> segúninfiero se le había caído la bala,como fue el golpe tan in<strong>me</strong>diato<strong>me</strong> hubo de voltear del caballo.Creyendo ellos <strong>que</strong> <strong>me</strong> dejaronmuerto, tomaron otro camino y<strong>me</strong> dejaron.""Este pueblo estácontra nosotros"Goyeneche no lanzó su ejércitoen persecución del enemigoy no creemos <strong>que</strong> fuera porcompasión. Con esto perdió laocasión de aniquilarlo, pero eldestino lo recompensó con unasatisfacción inesperada: el enfrentamientodel ejército patriotacon la población. Toda lapolítica revolucionaria sufrió uncolapso repentino y violento.Los mineros comprendieronqué bando resguardaba <strong>me</strong>jorsus intereses. Los aristócratas<strong>que</strong> habían adherido a la revoluciónle retiraron su apoyo acausa de la política indigenistade Castelli y los indios optaronpor el amo antiguo a pesar de lasinvocaciones a los olvidados incas.Los hombres piadosos, ricoso pobres, cerraron filas endefensa de la religión, y depronto Castelli se encontró sinsustento social alguno. Con estasreferencias tratamos de explicarla sublevación de La Paz,<strong>que</strong> ya relatamos, y las de Oruroy Potosí <strong>que</strong> vamos a contarahora. Huaqui . repetía, invertida,la cadena de pronunciamientospolíticos provocadospor la batalla de Suipacha. ¿Nohabía en todo esto un poquito dea<strong>que</strong>llo de ponerse donde calientael sol? .. ¿No serían estasactitudes, las de antes y lasde ahora, una oportuna toma deposición a favor del vencedor?...Memoriza Bolaños: "Llegué aOruro después de 4 días <strong>que</strong> habíanllegado el general y el vocal;apenas puse el pie en tierracuando <strong>me</strong> dijo el general "estepueblo está contra nosotros ynos quiere prender". Preguntelesi tenía tropas a sus órdenes, y<strong>me</strong> dijo: "tengo cien hombres delas milicias de Potosí". "Respondileyo: tratemos de ponerlasbajo las armas, y en el mo<strong>me</strong>ntosalí con dos oficiales <strong>que</strong>se' hallaban allí, pusimos laguardia sobre las armas confrentes opuestos a defender lasbocacalles de la cuadra con lo<strong>que</strong> contuvimos al pueblo <strong>que</strong>ya venía; se hizo adelantar unescapado con quien habló el vocal,preguntándole qué era lo<strong>que</strong> buscaba el pueblo en a<strong>que</strong>llostérminos, contestó <strong>que</strong> veníaa saber noticias; se le requiriópor el vocal <strong>que</strong> si no habíacorporaciones o jueces en a<strong>que</strong>lpueblo <strong>que</strong> viniesen a adquirirlascon el debido respeto, a cuyotiempo, a<strong>me</strong>nazando al pueblo<strong>que</strong> si no se retiraba haríamosfuego, con lo <strong>que</strong> se replegaronen la plaza, pero en a<strong>que</strong>l instantese nos dio aviso <strong>que</strong> elpueblo se había situado sobre elcuartel y desarmaba a lá tropa,~on lo <strong>que</strong> determinaron el semlrVocal y general, salir sostenidosde la guardia, excusandocalles y con pistola en mano, los~1!3Z hombres <strong>que</strong> les acompanabamos,siguiéndonos hastafuera de los arrabales 'haciéndonosfuego; así caminamos denoche y de día sin poder entraren ningún pueblo, por<strong>que</strong> dispuestoslos ánimos de toda'a<strong>que</strong>lla gente nos salían a recibircomo enemigos".Este episod io fue relatado porTristán y Astete al gobierno deBuenos Aires en estos términos:"En Oruro, cuando cayeron porallí el señor Castelli, Balcarce ylos de su comitiva, se suscitóuna contrarrevolución violentapor los enemigos de nuestracausa. Prendieron el Cabildopor cosa de una hora y le hicieronsuscribir un oficio a Potosídando por cierta la derrota totalde nuestro ejército, y luego lolargaron y pasaron a prender almismo tiempo a los expresadosjefes; estos salieron a la faz delpueblo violenta<strong>me</strong>nte, el populacholos siguió a mucha distanciaen alcance, armado de piedras,puñales y bocas de fuego,y no se sabe en diez días a estaparte qué ruta han tomado ydónde paren". .Balcarce lo refiere de estemodo: "A mi llegada a Oruro seprocuraron tomar disposicionespara la reunión (de la tropa);trató a<strong>que</strong>l pueblo de asesinar alexcelentísimo señor Representantey a m í, o prendernos paraentregarnos al enemigo; tantooficiales como soldados, concibiendo<strong>que</strong> en ninguna parle teníanmás riesgos <strong>que</strong> a nuestrain<strong>me</strong>diacibn, no sólo por lO <strong>que</strong>empezaban a observar de lapoca fidelidad de los pueblossino por<strong>que</strong> pensaban <strong>que</strong> elenemigo no dispensaría diligenciapara perseguirnos y procurarasegurarnos, a buyoefecto divulgaban como indubitablela aproximación de variaspartidas de caballería, y así despreciandotoda orden sólo atendíana abandonarnos precipitada<strong>me</strong>nte,de donde provino <strong>que</strong>nos fue preciso salir huyendo de91

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