Todo es Historia <strong>125</strong>Huaqui, el desastre inicialUna semana después, el 28 dejunio, Gastelli haría esta descripcióna la junta: "Observamos<strong>que</strong> los paceños estabantemblando, y <strong>que</strong> sin hacerfuego ni ver caer alguno de lalínea, se salían de ella, siendolos pri<strong>me</strong>ros sus oficiales. Másrem isos y cobardes se mostraroncuando se trabó el fuego defusil; sin <strong>que</strong> bastase el esfuerzocon <strong>que</strong> se los alentaba, procurándolessacar de tras de las peñas,haciéndoles ver la próximaderrota del enemigo. Nuestrasfatigas, persuasiones y esfuerzoshasta el extremo del rigor,fueron inútiles. A pretexto de<strong>que</strong> les dolía un pie, o <strong>que</strong> notenían cartuchos (<strong>que</strong> yo vi tirary ocultar) o de <strong>que</strong> se les descompusola llave, viéndole yomismo sacar el tornillo pedreroa dos <strong>que</strong> se paraban; el enemigocargó, y ellos, sin esperardisposición del general, ni deljefe de la división, se pasaron alenemigo algunas compañíashaoiéndonos fuego, y las demásemprendieron una retirada endesorden, tal como fuga vergonzosay maliciosa, tomañdolos caballos de los desmontados;la reserva no los pudo contenerpor<strong>que</strong> tenían bríos parahacerse paso entre las filas."Más adelante dice <strong>que</strong> el ene·migo ha experi<strong>me</strong>ntado unapérdida tan considerable <strong>que</strong>por infor<strong>me</strong>s y cálcu los verosímiles"es el triple de la nuestra".y concluye diciendo con sorprendenteoptimismo: "Este revés;aun<strong>que</strong> ha debilitado lafuerza y reducido el arma<strong>me</strong>nto,ha reforzado el entusiasmo(sic), y nos hará más segura ycierta la ventaja <strong>que</strong> debemospro<strong>me</strong>ternos sobre unos enemigosatroces, infidentes y alevosos<strong>que</strong> aspiran a la servidumbrede los pueblos por incorporaciónde ellos a la suertede la <strong>me</strong>trópoli". Niega gravedada la derrota pidiendo <strong>que</strong> nose ledé aeste suceso "más bultodel <strong>que</strong> <strong>me</strong>rece". Ha librado pordesobediencia su única batallacon resultado desastroso, hadesintegrado a su ejército, haperdido el territorio <strong>que</strong> se confiaraa su administración; pero asu juicio todo esto "no es demucho bulto". ¿A tanto llega sufantasía? ... Gastelli, Balcarce ysus allegados descargan toda laresponsabilidad sobre la cobardíade los paceños, como si éstano fuese producto de las mismasextrañas circunstancias<strong>que</strong> hicieron cobardes a muchosveteranos de Viamonte, ycomosi porellase pudiera pasarpor alto tanta imprevisión e incapacidadde comando. No dicenen cambio por qué la tropamarchaba sin oficiales, ni porqué el portezuelo <strong>que</strong> asegura-Callejuela de. la ciudad de Potosí sublevada contra Buenos Aires después del desastre
ía la comunicación entre losdos cuerpos del ejército no fueocupado antes del ata<strong>que</strong> enemigo,ni por qué los oficiales teníantan escaso dominio sobrela tropa. iPobres paceños! ...iDe su miedo pretendieron hacerun manto para cubrir vergüenzas'... En ocasión de pedirsu relevo Balcarce lanzaráuna explicación <strong>que</strong> soslaya suresponsabilidad apoyándose enu n dato verídico: "la poca confianzade las provincias".la dispersión infernalA pesar de <strong>que</strong> el enemigosorprendió al ejército patriota;no obstante la total incapacidad<strong>que</strong> en esta ocasión evidenciaronCastelli, Balcarce y Viamonte,la batalla s610 produjounas 60 bajas, cifra inferior a lassufridas por el enemigo, dejandoal ejército revolucionariointacto y en condiciones de obteneruna rápida revancha nibien se colocara en terreno propicioy Goyeneche co<strong>me</strong>tiera laimprudencia de atacarlo. Peroentonces sobreviene "el desastre"provocado por el fantástico. estallido de la disciplina militar.En el sector de Yuraicoraguauna veintena de oficiales, arrastrandotras de sí a <strong>me</strong>dio millarde soldados, se fuga del campode batalla en dirección a Jesúsde Machaca (unas tres leguas),antes de <strong>que</strong> Viamonte ordenarala retirada hacia ese mismo lugar.Cuando Viamonte llegó alpoblado encontró <strong>que</strong> los prófugoslo habían sa<strong>que</strong>ado. Otrogrupo de oficiales y soldados desu división llevó el pánico alfrente de Azafranal, provocandola disgregación de las divisionescentro y reserva. Los jefes, total<strong>me</strong>ntedesbordados no tuvieronaliento ni <strong>me</strong>dios para imponerlas duras penas de rigurosanecesidad en esas circunstancias,y no se conoce un solofusilamiento en castigo de lasdeserciones.Al llegar a Jesús de Machaca,Díaz Vélez, evidente<strong>me</strong>nte irritadoresolvió por su cuenta se-Antonio Gonzalez Balcarce, vencedor de Suipacha, evidenció enel Desaguadero una asombrosa apatiaguir la marcha hasta Oruromientras Viamonte, su superio;jerárqu ico se <strong>que</strong>daba. Balcarcey Castelli se separaron inexplicable<strong>me</strong>ntede Bolaños, y sinhacer mayor esfuerzo por reunira los dispersos se fueron con algunosfieles a Laja, donde pernoctaron,y de allí a Sica-sica, enla <strong>que</strong> no pudieron entrar porencontrarla sublevada. Co<strong>me</strong>nzabala reversión del procesorevolu"ionario. Un. oportuno.<strong>me</strong>nsaje del dinámico DíazVélez los invita a trasladarse aOruro, donde llegan el día 24 yde donde saldrán corridos por lapoblación.El obispo de La Paz dos añosantes había excomulgado a laimagen de la Virgen del Car<strong>me</strong>npor<strong>que</strong> la usaban los rebeldesde Murillo. De pronto unairacundaorden suya a los feligresesde <strong>que</strong> no tuviesen trato algunocon los hombres del ejércitopatriota, cobró insospechadavigencia. Las tropas endispersión se encontraron 'conaldeas abandonadas o con unapoblación hostil <strong>que</strong> les negabatodo auxilio; y entonces reaccionaronco<strong>me</strong>tiendo tropelías;invadiendo, violando, sa<strong>que</strong>andoa discreción. Ni siquieralas iglesias estuvieron asalvo de estos desmanes, perdiendoa mano de la soldadescacálices, cruces, joyas y otros objetosde valor. "La tropa dispersaco<strong>me</strong>tió por donde pasabatoda especie de excesos,robando, violentando casas yaun matando a los <strong>que</strong> tratabande' proteger sus propiedades"(testimonio del ayudante mayorAntonio Villalta). Lo <strong>que</strong> debióser una retirada se convirtió enuna estampida.La división de Riveras se desintegróesa noche, sin justificaciónrazonable, ya <strong>que</strong> erannativos de la región y por lotanto no podían estar tan afectadospor los rigores ambientales.Iban bien montados y nadielos perseguía. Esto hizo <strong>que</strong> faltasencaballos para arrastrar loscañones, y <strong>que</strong> éstos fueranabandonados. Dejemos <strong>que</strong>quienes la vivieron nos cuentencómo fue esta dantesca disper-89
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