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CAPÍTULO 8. Afrontar urgentemente el cambio energético-climático | 137<br />
se relacionan principalmente con la recesión económica, lo que apunta a nuevos<br />
aumentos de las mismas en cuanto la economía empiece la senda de la recuperación.<br />
LOS INTERESES DEL OLIGOPOLIO ENERGÉTICO INTERFIEREN<br />
EN DECISIONES ESTRATÉGICAS<br />
Las distorsiones inducidas por la influencia del oligopolio energético<br />
(UNESA, que congrega a Iberdrola, Endesa, Gas Natural Fenosa,<br />
EON y EDP) en las estrategias del sector resultan, en demasiadas<br />
ocasiones, contradictorias con los intereses del país. Hoy, los precios<br />
de la energía en España superan la media europea, los ciudadanos<br />
acumulan una deuda con las empresas, de la que no son conscientes,<br />
en torno a 27.000 millones de euros y se ha desbaratado el apoyo al<br />
desarrollo a las energías renovables, tan necesarias para avanzar en la<br />
sostenibilidad energética y climática del país.<br />
Desde la liberalización del sector eléctrico en 1997, el sistema de compensaciones<br />
a las empresas anteriormente reguladas (sistema CTC) y el<br />
precio energético pagado a las mismas han distorsionado la realidad de<br />
forma interesada: el cálculo del sistema CTC está sobrevalorado y no ha<br />
imputado los beneficios generados por los altos precios de la energía en<br />
los mercados desde 2005, y los precios energéticos, basados en la oferta<br />
más cara de las aceptadas para cubrir la demanda, están distorsionados<br />
para favorecer a las empresas del sector con instalaciones hidroeléctricas<br />
y nucleares que por su antigüedad ya han amortizado sus inversiones 278 .<br />
La Ley 24/2013 de Reforma del Sector Eléctrico abunda en la misma<br />
dirección: 1) mantiene un sistema de formación de precios deformado<br />
a favor de las empresas suministradoras de combustibles fósiles; 2)<br />
desincentiva el ahorro energético a costa de dar preponderancia al<br />
factor de potencia contratada; 3) mantiene la moratoria fotovoltaica,<br />
reduce retroactivamente la retribución a las renovables y encarece artificialmente,<br />
hasta hacerlas inviables, el coste de enganche a la red de<br />
las instalaciones de autoconsumo; y 4) accede a la “hibernación” de<br />
los ciclos combinados de gas en paro y acepta los pagos por ”capacidad<br />
instalada” al margen del suministro realizado.<br />
El resultado es un contrasentido estratégico que solo se puede explicar<br />
desde la defensa de los beneficios inmediatos (windfall profits, “beneficios<br />
caídos del cielo”) del oligopolio energético, que, por el contrario, penaliza<br />
los intereses de la ciudadanía y los objetivos estratégicos del país con<br />
relación a la urgencia del cambio del modelo energético-climático.<br />
8.2. Los escenarios de continuidad resultan inviables<br />
Mientras España, más allá de su farragosa, parcelada y contradictoria política oficial,<br />
no se dote de una estrategia clara, firme y sostenible a corto, medio y largo plazo (de<br />
aquí a mediados de siglo) en materia energética y climática, no podrá abandonar unas<br />
278. Véase Observatori del Deute en la Globalizació (2015), El coste real de la energía (Estudio de<br />
los pagos ilegítimos al sector eléctrico español 1998- 2013).