You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
266 | <strong>LA</strong> <strong>GRAN</strong> <strong>ENCRUCIJADA</strong>. Sobre la crisis ecosocial y el cambio de ciclo histórico<br />
resultados han sido mediocres y actualmente no hay reactores de este tipo en construcción.<br />
También se ha investigado durante más de cuarenta años en la energía<br />
nuclear de fusión, que usa como materia prima el hidrógeno, pero sus propios<br />
promotores no esperan reactores comerciales antes de 2040.<br />
De todas formas, la energía nuclear no va a desarrollarse a gran escala en los<br />
próximos años, ya que la construcción de los reactores requiere al menos diez años<br />
y actualmente no se están construyendo suficientes para sustituir a los que llegarán<br />
al fin de su vida útil. El “renacer” nuclear se ha parado, en parte por el desastre de<br />
Fukushima y en parte porque las energías renovables están resultando más baratas.<br />
Las energías renovables se postulan como los candidatos más serios para sustituir<br />
el declive de las fósiles. Sin embargo, hay que tener en cuenta que son<br />
intermitentes (necesitan instalaciones de apoyo y sobredimensionado) y la mayor<br />
parte solo proporcionan energía en forma de calor o electricidad, no en forma de<br />
combustibles (y el almacenamiento de energía es complicado). Las únicas energías<br />
renovables que actualmente proporcionan combustibles son las que se basan en<br />
recursos biológicos (biomasa, biocombustibles) y no deberíamos aumentar su uso<br />
porque los ecosistemas ya están siendo explotados a ritmos insostenibles.<br />
Las renovables son energías dispersas y requieren grandes extensiones de<br />
terreno. Conseguir, por ejemplo, la energía eléctrica que actualmente está consumiendo<br />
la humanidad con paneles fotovoltaicos (usando los rendimientos<br />
actuales), necesitaría una superficie similar a la que ocupan la tercera parte de<br />
nuestras infraestructuras. Eso supone un esfuerzo considerable en términos de<br />
uso de materiales y terreno. Aumentar todavía más el nivel de producción para<br />
sustituir todos los combustibles fósiles supondría unos impactos y unos costes<br />
enormes. Antes de llegar a ello, probablemente, nos plantearemos si necesitamos<br />
tanta energía o es más sensato diseñar nuestras sociedades de otra forma.<br />
La transición energética<br />
Todos estos datos nos permiten esbozar un panorama de la transición energética<br />
que va a marcar el siglo XXI. Los síntomas de agotamiento de los combustibles<br />
fósiles se están empezando a notar ya y lo hacen sobre el recurso que tiene sustitutos<br />
más complicados: el petróleo. Debido a la debilidad de las soluciones tecnológicas,<br />
enfrentarse con éxito al pico del petróleo va a requerir medidas que van mucho más<br />
allá de lo puramente técnico (fomento del ahorro, transporte público, agroecología,<br />
relocalización, etcétera). Si no somos capaces de encontrar ni sustitutos técnicos ni<br />
medidas de ahorro, es muy probable que esto dañe nuestras economías, ya que el<br />
transporte interviene en todos los procesos productivos en mayor o menor medida.<br />
Desde el punto de vista técnico, la situación de la electricidad es algo mejor.<br />
Si se realizase una fuerte apuesta por las energías renovables (ritmos que rondan<br />
el 20% anual), se podría llegar a 2050 sin experimentar un descenso en la<br />
energía eléctrica. A largo plazo, sin embargo, va a ser muy complicado conseguir<br />
sustituir todos los usos (eléctricos y no eléctricos) con energías renovables, sobre<br />
todo si queremos mantener niveles de consumo como los actuales. La ocupación