You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
276 | <strong>LA</strong> <strong>GRAN</strong> <strong>ENCRUCIJADA</strong>. Sobre la crisis ecosocial y el cambio de ciclo histórico<br />
nuestros antepasados que migraban ayer a otras partes de España y del mundo y<br />
lo son nuestros jóvenes que se van hoy al norte de Europa o Latinoamérica? Los<br />
derechos humanos, en Naciones Unidas y en la Unión Europea, garantizan a<br />
todo individuo el derecho a la vida y a la integridad personal. Y esto debe ser la<br />
prioridad que marque el norte de la brújula europea.<br />
Pese a ello, estas medidas de urgencia humanitaria no resuelven el fracaso de<br />
la política migratoria europea, hoy rehén de las visiones egoístas de cada Estado<br />
miembro y de la obsesión generalizada por la seguridad. Sin embargo, estas visiones<br />
son caducas. El mundo es cada vez más interdependiente y las migraciones<br />
son –como recuerda Naciones Unidas– un factor esencial del desarrollo humano.<br />
Por su parte, el rico continente europeo se envejece y depende cada vez más de<br />
la mano de obra cualificada y no cualificada de la otra orilla del Mediterráneo,<br />
donde la población es mucho más joven y cada vez más preparada. Por mucho<br />
que pongamos verjas y cuchillas, ¡las personas migrantes no dejarán de saltar!<br />
Existen asimetrías sociales, económicas, laborales, demográficas y ecológicas<br />
entre el Norte y el Sur que alimentan una migración estructural y regular de<br />
África u Oriente Medio a Europa. Hoy, la principal causa de migraciones a nivel<br />
mundial es la climática: más de 40 millones de personas han dejado sus hogares<br />
en 2011. Sin ir más lejos, la crisis migratoria actual de Siria está estrechamente<br />
relacionada con las consecuencias del cambio climático en este país 11 .<br />
Por eso, la respuesta militarizada y el cierre de las fronteras son malas respuestas<br />
a realidades globales: solo generan más inseguridad, xenofobia y fanatismo.<br />
Es, por lo tanto, fundamental repensar esta realidad migratoria en base al espíritu<br />
del proyecto europeo: fraternidad, solidaridad y responsabilidad. La política<br />
migratoria ha de basarse en el respeto a los derechos humanos. En este sentido,<br />
apuntemos cuatro líneas de trabajo:<br />
1. El derecho a la movilidad, objetivo para el siglo XXI. Es posible y deseable<br />
organizar espacios regionales de libre circulación, también en el Mediterráneo,<br />
más abiertos, que reconozcan la utilidad de los flujos migratorios en la economía<br />
europea. Ampliemos la categoría de personas migrantes que se pueden<br />
desplazar legalmente con visados.<br />
2. La vigilancia fronteriza, competencia conjunta europea para no abrumar a<br />
los países fronterizos. En este marco, Frontex (la Agencia Europea para la<br />
Gestión de las Fronteras Exteriores de la Unión Europea) tiene que aplicar los<br />
convenios internacionales, priorizando el rescate de vidas humanas. Además,<br />
coordinemos a nivel europeo el sistema de asilo para que toda persona que<br />
necesite refugio conforme al Convenio de Ginebra pueda acceder a un procedimiento<br />
de asilo más justo en Europa.<br />
3. El cambio de modelo productivo y consumo en el Norte, una condición necesaria<br />
para disminuir parte de los flujos migratorios. El fenómeno de migraciones<br />
climáticas y ambientales, cuya mayor responsabilidad es de los países del Norte<br />
(lo que incluye la Unión Europea) y cuya carga económica recae principalmente<br />
11. http://www.eldiario.es/euroblog/Siria-guerra-climatica-venir_6_429117130.html.