23.07.2020 Views

La Historia de la Redención - Elena G. de White

  • No tags were found...

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

"Y Jehová dijo a Moisés: Pasa adelante del pueblo, y toma contigo de

los ancianos de Israel; y toma también en tu mano tu vara con que golpeaste

el río, y ve. He aquí que yo estaré delante de ti allí sobre la peña en Oreb; y

golpearás la peña, y saldrán de ella aguas, y beberá el pueblo. Y Moisés lo

hizo así en presencia de los ancianos de Israel. Y llamó el nombre de aquel

lugar Masah y Meriba, por la rencilla de los hijos de Israel, y porque tentaron

a Jehová, diciendo: ¿Está, pues, Jehová entre nosotros, o no?".

Dios guió a los hijos de Israel para que acamparan en ese lugar, donde

no había agua, para probarlos, para ver si lo buscarían en su apuro, o

murmurarían como lo habían hecho anteriormente. En vista de lo que Dios

había hecho por ellos mediante su maravillosa liberación, deberían haber

creído en él en medio de su preocupación. Deberían haber comprendido que

no los dejaría perecer de sed, puesto que les había prometido aceptarlos

como su pueblo. Pero en vez de suplicar al Señor con humildad para que

satisficiera sus necesidades, murmuraron contra Moisés, y le pidieron agua.

Dios constantemente había manifestado su poder de una manera

maravillosa ante ellos, para que comprendieran que todos los beneficios que

habían recibido provenían de él, que podía otorgárselos o quitárselos de

acuerdo con su voluntad. A veces lo entendían en forma plena, y se

humillaban profundamente delante del Señor; pero cuando tenían sed o

hambre le echaban toda la culpa a Moisés, como si hubieran salido de Egipto

para darle el gusto a él. Moisés se sentía afligido por causa de sus crueles

murmuraciones. Preguntó al Señor qué podía hacer ya que la gente estaba a

punto de apedrearlo. El Altísimo le mandó que golpeara la roca con la vara

de Dios. La nube de su gloria reposó directamente delante de la roca.

"Hendió las peñas en el desierto, y les dio a beber como de grandes abismos,

pues sacó de la peña corrientes, e hizo descender aguas como ríos". Salmos

78:15, 16.

Moisés golpeó la roca, pero Cristo estuvo junto a él e hizo fluir agua de

110

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!