23.07.2020 Views

La Historia de la Redención - Elena G. de White

  • No tags were found...

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Dios y de predicarla con fidelidad todos los días de su vida, y no los dichos y

las doctrinas de los papas. Ya no era más meramente un monje o profesor,

sino el heraldo autorizado de la Biblia. Había sido llamado para pastorear y

alimentar la grey de Dios, que se hallaba hambrienta y sedienta de la verdad.

Declaró con firmeza que los cristianos no deben recibir otra doctrina fuera de

la que se basa en la autoridad de las Sagradas Escrituras. Esas palabras

sacudieron los mismos fundamentos de la supremacía papal. Contenían los

principios vitales de la Reforma.

Lutero entonces se dedicó de lleno a su obra como campeón de la

verdad. Su voz, en fervorosa y solemne advertencia, se escuchó desde el

púlpito. Presentó delante de la gente el carácter ofensivo del pecado y enseñó

que es imposible para el hombre por sus propias obras disminuir su culpa o

evitar el castigo. Sólo el arrepentimiento ante Dios y la fe en Cristo pueden

salvar al pecador. La gracia del Señor no puede ser comprada; es un don

gratuito. Aconsejó a la gente a que no comprara indulgencias, sino que

mirara con fe al Redentor crucificado. Se refirió a su propia dolorosa

experiencia al tratar vanamente de obtener la salvación por medio de

humillaciones y penitencias, y aseguró a sus oyentes que al apartar la vista de

sí mismos y al creer en Cristo encontrarían paz y alegría.

Las enseñanzas de Lutero atrajeron la atención de la gente que pensaba

en toda Alemania. De sus sermones y escritos surgían rayos de luz que

despertaban e iluminaban a miles de personas. Una fe viviente ocupó el lugar

del muerto formalismo en el que había yacido por tanto tiempo la iglesia. La

gente cada día perdía confianza en las supersticiones del catolicismo. Las

barreras del prejuicio se comenzaron a quebrantar. La Palabra de Dios, por

medio de la cual probaba Lutero toda doctrina y toda pretensión, era como

una espada de dos filos que penetraba hasta el corazón de los hombres. Por

todas partes surgía el deseo de progresar espiritualmente. Por todas partes

había un hambre y una sed de justicia que no se había visto por siglos. Los

ojos de los seres humanos, que por tanto tiempo habían sido dirigidos a los

305

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!