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La Historia de la Redención - Elena G. de White

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La traslación de Enoc

Enoc crecía en espiritualidad a medida que se comunicaba con Dios. Su

rostro irradiaba un fulgor santo que perduraba mientras instruía a los que

escuchaban sus palabras llenas de sabiduría. Su apariencia digna y celestial

llenaba de reverencia a la gente. El Señor amaba a Enoc porque éste lo

seguía consecuentemente, aborrecía la iniquidad y buscaba con fervor el

conocimiento celestial para cumplir a la perfección la voluntad divina.

Anhelaba unirse aun más estrechamente a Dios, a quien temía, reverenciaba

y adoraba. El Señor no podía permitir que Enoc muriera como los demás

hombres; envió pues a sus ángeles para que se lo llevaran al cielo sin que

experimentara la muerte. En presencia de los justos e impíos Enoc fue

retirado de entre ellos. Los que lo amaban pensaron que Dios podía haberlo

dejado en alguno de los lugares donde solía retirarse, pero después de

buscarlo diligentemente, en vista de que no lo pudieron encontrar,

informaron que no estaba en ninguna parte, pues el Señor se lo había llevado.

Mediante la traslación de Enoc, descendiente del caído Adán, el

Altísimo nos enseña una lección de suma importancia: que todos los que por

fe confían en el Sacrificio prometido y obedecen fielmente sus

mandamientos serán recompensados. Aquí se presentan nuevamente las dos

clases que existirían hasta la segunda venida de Cristo: los justos y los

malvados, los rebeldes y los leales. Dios recordará a los justos, los que lo

temen. Los respetará, honrará y les dará la vida eterna por causa de su amado

Hijo. Pero a los malvados, que pisotean su autoridad, los destruirá y los

eliminará de la tierra, y serán como si nunca hubieran existido.

Puesto que Adán cayó de su estado de perfecta felicidad al de miseria y

pecado, corría el peligro de que se desalentara y se preguntase: "¿Qué

aprovecha que guardemos su ley, y que andemos afligidos en presencia de

Jehová de los ejércitos" (Malaquías 3:14), puesto que una pesada maldición

descansa sobre la raza humana, y la muerte es la suerte de todos nosotros?

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