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La Historia de la Redención - Elena G. de White

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del ejército. Temía que el arca de Dios pudiera ser tomada y contaminada por

la hueste filistea. Un mensajero procedente del ejército corrió hasta Silo e

informó a Elí que sus dos hijos habían muerto. Pudo soportar esa noticia con

cierta calma, porque tenía razones para esperarla. Pero cuando el mensajero

añadió: "Y el arca de Dios ha sido tomada", Elí se tambaleó angustiado sobre

su silla, cayó de espaldas y murió. Participó de la ira de Dios que descendió

sobre sus hijos. Era en gran medida culpable de sus transgresiones, por su

criminal negligencia al no mantenerlos en sujeción. La toma del arca de Dios

por parte de los filisteos se consideró la mayor calamidad que podría

sobrevenir a Israel. La esposa de Finees, que estaba por dar a luz, llamó

Icabod a su hijo diciendo: "Traspasada es la gloria de Israel; porque ha sido

tomada el arca de Dios".

En la tierra de los Filisteos

El Señor permitió que su arca fuera tomada por sus enemigos, para

mostrar a Israel cuán vano era confiar en ella, símbolo de su presencia,

mientras se hallaban transgrediendo los mandamientos que contenía. El

Altísimo quiso humillarlos al retirar de en medio de ellos el arca sagrada, de

la cual se vanagloriaban diciendo que era la fuente de su fortaleza y

confianza.

Los filisteos se sentían triunfadores porque tenían, según creían, al

famoso dios de los israelitas, que había llevado a cabo tan grandes maravillas

para ellos y que los había convertido en el terror de sus enemigos. Llevaron

el arca de Dios a Asdod, y la ubicaron en un espléndido templo, erigido en

honor del más popular de sus dioses, es a saber, Dagón, y la pusieron junto a

su ídolo. A la mañana siguiente los sacerdotes de esos dioses entraron al

templo, y se aterrorizaron al descubrir que Dagón había caído en tierra sobre

su rostro delante del arca del Señor. Lo levantaron y lo pusieron en su lugar

primitivo. Creyeron que podría haber caído accidentalmente. Pero al otro día

lo encontraron caído como la vez anterior, sobre su rostro, en el suelo, y la

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