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La Historia de la Redención - Elena G. de White

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Abrahán y le dijo: "Y estableceré mi pacto entre mí y ti, y tu descendencia

después de ti en sus generaciones, por pacto perpetuo". De nuevo el Señor

repitió por medio de su ángel la promesa de dar un hijo a Sara, y que ella

sería madre de muchas naciones. El patriarca aún no comprendía la promesa

de Dios. Inmediatamente pensó en Ismael, como si por medio de él habrían

de surgir las numerosas naciones prometidas, y entonces exclamó, impulsado

por el amor que sentía por su hijo: "¡Ojalá Ismael viva delante de ti!"

De nuevo Dios le dio la promesa a Abrahán en forma más definida:

"Sara tu mujer te dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Isaac; y confirmaré

mi pacto con él como pacto perpetuo para sus descendientes después de él".

Algunos ángeles fueron enviados por segunda vez a fin de hablar con

Abrahán mientras iban en camino para destruir Sodoma, y le repitieron la

promesa en forma más definida aún que Sara tendría un hijo.

El hijo prometido

Después del nacimiento de Isaac la gran alegría manifestada por

Abrahán y Sara indujo a Agar a ponerse muy celosa. Ismael había sido

instruido por su madre en el sentido de que él iba a ser bendecido

especialmente por Dios, como hijo de Abrahán, y heredero de todo lo que se

le había prometido al patriarca. Compartió, por lo tanto, los sentimientos de

su madre, y se sintió enojado por el gozo manifestado ante el nacimiento de

Isaac. Lo despreció, porque creyó que se lo preferiría a él. Sara observó la

actitud de Ismael contra su hijo Isaac, y se sintió profundamente ofendida.

Informó a Abrahán con respecto a la conducta irrespetuosa de Ismael hacia

ella y su hijo Isaac, y le dijo: "Echa a esta sierva y a su hijo, porque el hijo de

esta sierva no ha de heredar con Isaac mi hijo".

Abrahán se sintió profundamente preocupado. Ismael era su hijo, y lo

quería mucho. ¿Cómo podía despedirlo? Oró a Dios en medio de su

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