Imágenes del Estado de México 1824

licó una caracterología de los franceses, alemanes,
italianos, españoles e ingleses,
comparándolos entre sí en diversos aspectos. El
fin probable de esto fue que los mexicanos adoptaran
lo positivo y rechazaran lo negativo de esos
“modelos”, presentados muchos de ellos precisamente
en las obras de teatro. Veamos algo de
esa “caracterología”:
Modales: el francés es más que servil, es cortesano;
el alemán es benévolo; el italiano hábil;
el español desdeñoso y poco cuidado de los
demás; el inglés es altivo y muy preciado de sí
mismo.
Estatura: el francés es de un buen tamaño; el
alemán es alto; el italiano mediano; el español
bajo; el inglés corpulento.
Vestido: el francés es un innovador; el alemán
un imitador; el italiano miserable; el español
regular; el inglés suntuoso.
Fiestas: el francés delicado; el alemán borracho;
el italiano sobrio; el español mezquino; el inglés
pródigo.
Carácter: el francés es un majadero; el alemán
afable; el italiano complaciente; el español
grave; el inglés mudable.
Consejos: el francés no es pesado; el alemán es
un poco más; el italiano sutil; el español más
cauto; el inglés resuelto.
Escritos: el francés habla bien y escribe mejor;
el alemán escribe mucho; el italiano escribe con
solidez; el español poco pero bueno; el inglés
con sabiduría.
Conocimientos: el francés sabe un poco de todo;
el alemán es un pedante; el italiano es sabio; el
español profundo; el inglés filósofo.
Religión: el francés es celoso; el alemán religioso;
el italiano amante de ceremonias; el español
impugnado por la superstición; el inglés por un
celo indiscreto.
Empresas: el francés es como un águila; el
alemán es como un oso; el italiano como una
zorra; el español como un elefante; el inglés
como un león.
Amistades: el francés es fiel; el alemán buen
compañero; el italiano respetuoso; el español
sumiso; el inglés un esclavo.
Casamientos: el francés es libre; el alemán un
patrono; el italiano un carcelero; el español un
tirano; el inglés un criado.
Mujeres: en Alemania económicas y frías; en
Italia prisioneras y malvadas; en España esclavas
y enamoradas; en Inglaterra reinas y libertinas.
Lenguas: Carlos v decía que él hablaría francés
a sus amigos; holandés a sus caballos; italiano a
sus mozas; español a Dios; inglés a los pájaros. 282
¿Tendría razón Carlos v en el juicio que
hizo sobre las lenguas?
Otras distracciones de los capitalinos eran
las corridas de toros y las paleas de gallos.
Plazas de toros y palenques
La Plaza de Toros de la ciudad de México se dividía
en cuartones, y era indispensable venderlos
todos antes de realizar las corridas. El 1º de febrero
de 1824 hubo una importante corrida de toros,
“[...] y aunque a la fecha hay varios cuartones
282
Ibid., 12 de marzo de 1824.
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