Imágenes del Estado de México 1824

Ya se vio que la seguridad en la entidad era muy
relativa. Había robos y muertes en distintos lugares,
así como crímenes provocados principalmente
por ingerir alcohol. Incluso los mismos
miembros de la milicia participaban frecuentemente
en delitos. En los juicios para juzgar y
castigar a los delincuentes, los testigos tenían que
hacer su declaración bajo juramento, en el cual
se declaraban católicos, apostólicos y romanos.
En repetidas ocasiones los militares fueron
acusados por la comisión de delitos; la población
se declaraba inerme frente a los delincuentes
comunes y a los que usaban uniforme militar. En
un artículo que mandó Valeriano Oviedo a los
editores del Águila Mexicana, dijo que el subteniente
Dionisio Herrera había sido acusado de
robo. Esta persona había sido castigada. 146
Una persona que firmó con las iniciales S.
C. comentó el asunto que había tratado el Soberano
Congreso sobre el escarmiento a los salteadores;
esta persona comentó que la abundancia
de los malhechores:
[...] es la desidia criminal de los jueces que cualesquiera
que sean las leyes deberán haber presentado
castigos en medio de los crímenes que
se cometen entre nosotros [...] La impunidad, es
la que alienta a los malos para serlo, el no haber
observado la mejor disciplina entre la tropa, ha
hecho que ella nos provea en abundancia de
criminales; el robo ha sido un delito frecuentado
146
Ibid., 4 de enero de 1824.
entre los soldados, y casi nunca ha sido castigado
con la pena que le señala la ordenanza. 147
Mencionó que la solución no estaba en crear
nuevas leyes, sino en que los jueces aplicaran las
ya existentes. “Lo dilatado de las subdelegaciones,
el no haber en las más jueces letrados, y
haber despojado a los alcaldes de las facultades
que les concede el art. 3º cap. 4º de la ley de
arreglo de tribunales, es otro motivo del aumento
de los malvados, que gozan de la impunidad,
a merced de la falta de jueces”. 148
Los robos llegaban a tal grado que hasta
los faroles de las calles eran robados, especialmente
los que estaban en los puentes, y hasta los
que estaban frente al propio Congreso del Estado
de México, en el edificio de la ex Inquisición. 149
Sin embargo, escribió Múzquiz en su Memoria:
Todos los elementos de que actualmente se compone
esta preciosa parte de la república, contribuyen
eficazmente a este importante fin: paz
interior y exterior; dulzura en el carácter de los
mexicanos y amor a las actuales instituciones;
armonía con los supremos poderes; energía en el
gobierno, y legisladores sabios y patriotas en el
CONGRESO CONSTITUYENTE. 150
147
Ibid., 27 de enero de 1824.
148
Loc. cit.
149
En decreto de 17 de abril de 1824, por disposición del
Supremo Poder Ejecutivo provisional, se pusieron los edificios de
la extinta inquisición y sus anexos a disposición del Congreso
Constituyente del Estado de México.
150
Melchor, Múzquiz, op. cit., p. 60.
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