Imágenes del Estado de México 1824

“El ejecutivo ha manifestado cuál es la parte que
ha tenido en el establecimiento de estos cuerpos
[batallones de la milicia], y no puede menos que
indicar a este Congreso los graves males que
resiente la agricultura y la industria del sistema
de sorteos”. 161
En una carta de Múzquiz fechada el 30 de
junio de 1824 y dirigida al alcalde de Toluca, éste
informó que el teniente Antonio Patiño le había
enviado un comunicado fechado el 3 de ese mes
en donde informaba que respecto a la orden del
Supremo Poder Ejecutivo para el reclutamiento
de las milicias, el alcalde interino de Metepec
había contestado que “[...] los indios no estaban
para servir a la Nación de balde”. Los de Tenancingo,
Tenango y Calimaya, ni siquiera contestaron
el comunicado. 162
En la jurisdicción de Yahualica, una brava
mujer, María Guadalupe Rojas, criticó al cura
por hacer campaña en favor de la milicia. Al
enseñar el cura la orden recibida, la mujer la
arrebató de manos de su esposo y la rompió en
varios pedazos diciendo que “se emporcaba en
aquel papel”. 163
Para que alguien quedara exento de ingresar
a la milicia debía comprobar el padecimiento de
alguna enfermedad que lo imposibilitara para tomar
parte en ésta. Los vecinos debían pagar los
gastos necesarios para el sostenimiento de la milicia,
pagos que frecuentemente se negaron a hacer.
En el Congreso local se discutían las alternativas
para reunir fondos para el sostenimien-
161
Melchor Múzquiz, op. cit., p. 59.
162
ahmt, s.e., c. 10, exp. 564, 1824, 8/7/1.
163
Melchor Múzquiz, op. cit., p. 59.
to de las milicias. Para ello se iba a echar mano
hasta de los propios recursos de las iglesias, como
sucedió en Tulancingo, en donde el cura tenía en
su poder 1 013 pesos que se destinarían a cubrir
los gastos de la milicia cívica de ese lugar. 164
Múzquiz informaba que en toda la entidad
se estaba persiguiendo a los delincuentes, vagos
y “mal entretenidos” por medio de la milicia
nacional, los Ayuntamientos y los propios vecinos
honrados.
Toluca, futura capital de la entidad, era una
ciudad poco segura. En 1824 había siete jueces
en el distrito: José Agustín García de León, Joaquín
Fierro, José Luis Ocaña, José Julián Peñaloza,
José María González Arratia, Pedro Ortega
y Julio Lechuga.
Los delitos más frecuentes eran homicidios,
lesiones, abigeato, injurias, fuga de reos,
falsificación de firmas, adulterio, plagio y actos
sacrílegos en contra de la religión católica.
Un caso muy sonado fue el de monsieur
Tomas ¿de la Nación?, ciudadano francés, quien
había cometido el delito de sacrilegio “[...] por
haber vertido proposiciones contra nuestra religión
católica y estar vendiendo libros subversivos”.
165 El juez encargado del caso fue José
Agustín García de León.
A pesar de las dificultades para la integración
de las milicias, en Toluca se instaló el Consejo
de Subordinación y Disciplina de la
Infantería y Caballería Cívica, así como la Junta
164
Águila Mexicana, 2 de abril de 1824.
165
Archivo del Poder Judicial del Estado de México (apjem),
núm. 351, leg. 1824, 1824.
79