Imágenes del Estado de México 1824

Sacristán- Se reduce a tres condiciones. La
primera consiste en que les varíen uniformes,
porque el que actualmente tienen es muy indecente,
feo y ordinario y tanto que parecen
cocheros esos ciudadanos y aun peores que
muchos, pues hay cocheros infinitamente más
decentes.
Payo- ¿Qué tiene que ver que el vestido sea así
o asado para que abunden los cívicos?, y si aun
este vestido feo y barato no pueden hacérselo
muchos ¿cómo podrán costear uno mejor?
Sacristán- En primer lugar que siendo como
somos, materiales y orgullosos por naturaleza,
nos es innato el deseo de parecer bien, y el
hombre libre, pues que no sea fraile, siempre
que puede le acomoda vestirse de lo mejor y
más fino. Hablo de la gente de buena educación,
pues nuestro populacho no se acomoda
sino con el uniforme de Adán, en tales términos
que si los visten de balde, no verán las horas
de desnudarse, beberse el precio de la ropa y
quedarse en pelotas como siempre.
Payo- Que la desnudez de la plebe de México
es lo más sucio, asqueroso, obsceno e indecente
que puede presentarse.
Sacristán- Y no es eso lo peor, sino que hablan
y muy mal del gobierno. 157
El 27 de enero de 1824 había aparecido un decreto
del Soberano Congreso Constituyente Mexicano
en el que se concedía amnistía a los oficiales
del Ejército que no se hallaran acuartelados con
los facciosos, opositores a la independencia, y que
concurrieran al “socorro de la patria”.
Los que no comparecieran en el término
señalado, serían considerados como traidores y
puestos fuera de la ley. El 26 de ese mismo mes,
a las cuatro de la tarde, había sido aceptada la
amnistía, y todos los que no hubieran comparecido
y abandonado las armas en contra del gobierno
republicano establecido, serían declarados
traidores a la patria. En abril de 1824 el Congreso
Constituyente Mexicano emitió un decreto
contra los oficiales desertores, a quienes se les
haría juicio sumario hasta dar de baja al oficial
desertor y ponerlo a disposición de las autoridades
civiles, para que se le juzgara por todos los
delitos que hubiera cometido antes o después de
su deserción.
En la circular del Gobierno del Estado Libre
de México, firmada por Múzquiz el 27 de abril de
1824, se refirió a la manera como se iban a precaver
los males ocasionados por los facciosos,
[...] en la inteligencia de que por facciosos se
entienden no sólo los que andan con las armas
en la mano, sino los que olvidándose de los
repetidos juramentos que se han prestado a las
tres garantías, ataquen la independencia, y
destruyan la unión con los españoles que viven
entre nosotros, bajo el especioso pretexto de
temor de que perezca la primera; los que de
cualquier manera y bajo cualquiera investidura
soliciten el regreso a este país del Sr. Iturbide,
y los que directa, o indirectamente atenten
a la forma de Gobierno que ha adoptado la
Nación. 158
157
El Payo y el Sacristán, 4 de septiembre de 1824.
158
Mario Colín, Guía de documentos impresos ... t. i, p. 21.
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