Imágenes del Estado de México 1824

según se exponen por los autores modernos de
más celebridad, cuyos pasajes o inserta, o cita,
sino también en lo que se ha experimentado
sobre este particular en diversos países especialmente
de Europa. No puede dudarse de lo
mucho que importa que este asunto se discuta
y esclarezca principalmente en estas circunstancias
en que el Soberano Congreso está para
dar la ley sobre la materia. 300
La obra costaba 4 reales, y su tesis central era la
de incentivar el paso al liberalismo, tanto en el
mundo de las ideas como en el de las mercancías,
a la manera de Europa.
Se vendían asimismo documentos oficiales,
especialmente el Proyecto de la Constitución
General. México entraba a un mundo distinto al
pasado colonial, y había que estar informado.
Primero se adquirió el Proyecto en partes,
pero finalmente se tuvo la obra completa.
En la oficina de este periódico y en el Cajón
de Llano Portal de Mercaderes, se expende la
primera parte de la Constitución de la República
de México [proyecto] que habla de la
parte legislativa; su precio dos y medio reales.
301
La segunda y tercera parte del Proyecto de
Constitución de los Estados Unidos Mexicanos,
se expende en la oficina de este periódico
y en el Cajón de Llano, Portal de Mercaderes;
su precio 3 reales. 302
La cuarta parte del proyecto de la Constitución
de los Estados Unidos Mexicanos se expende
en la oficina de este periódico, y en el Cajón
de Llano Portal de Mercaderes a 1 real. 303
Otros libros más que se vendían entonces fueron:
Demostración del Evangelio, Historia del reinado
del emperador Carlos v (publicada en cuatro
tomos, en rústica; su precio era de 12 pesos),
Compendio de matemáticas y física, de Bails; y
la Enciclopedia Moderna (compuesta por 24
volúmenes impresos en hojas de buen papel; se
pagaría en francos y la suscripción sería por
medio de El Sol).
Un libro muy importante, entregado por
números (cartas), fue el Cuadro Histórico, de
Carlos María de Bustamante. Esta obra era anunciada
en el Águila Mexicana; las cartas que aparecían
se ponían a la venta en la librería de Galván.
Las cartas de Cuadro Histórico eran esperadas
con atención por sus suscriptores. Cuando
éstas no aparecían, hacían llegar sus preguntas al
autor, Carlos María de Bustamante. El temor de
los suscriptores era que la edición de la obra hubiera
sido suspendida por escasez de papel, como
había pasado con algunos periódicos de la época.
Ante esos temores, Bustamante contestaba:
300
Ibid., 5 de marzo de 1824.
301
Ibid., 26 de marzo de 1824.
302
Ibid., 31 de marzo de 1824.
303
Ibid., 9 de abril de 1824.
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