Imágenes del Estado de México 1824

Notas finales
Durante 1824 los problemas y dificultades
por los que atravesaba la entidad eran
innumerables. El año casi iba a terminar
y estaban pendientes tanto la Constitución General
como la local. Habían aparecido una serie de
decretos y documentos provisionales, así como
autoridades del mismo carácter, pero aún no se
hacían los documentos definitivos, especialmente
las dos Constituciones mencionadas. La Constitución
General fue promulgada hasta octubre de
1824. Los diputados del Congreso General, así
como el Ejecutivo federal, juraron cumplirla y
hacer cumplirla. En Catedral se cantó un solemne
Te Deum y se ofreció una misa de acción de gracias.
Lo mismo hicieron los gobernadores y legisladores
de cada estado. En la ciudad de México la
artillería hizo las salvas propias de los actos de
mayor solemnidad, se adornaron calles y los edificios
públicos se iluminaron por tres días seguidos;
se celebraron asimismo paseos y diversiones
públicas, y hubo repique de campanas. En las
capitales y ciudades principales de los estados se
hizo lo mismo. 332
332
ahmt, Ramo Impresos, Sec. 1, 7, Decretos, 1824.
La primera Constitución Política del Estado
de México fue sancionada por el Congreso
Constituyente el 14 de febrero de 1827. En su
parte introductoria, firmada por José María Luis
Mora, diputado presidente, y por José María de
Jáuregui y José Nicolás Olaez, diputados secretarios,
se señala que al abrir sus sesiones al
Congreso “[...] no se le entregó sino una extensión
considerable de territorio poblado de hombres
sin otros vínculos de unión que los de su
coexistencia accidental”. 333
La industria y la minería estaban prácticamente
en quiebra por falta de capitales para invertir.
Los caminos eran medios propios para
destruir el tráfico y la comunicación, más que
para fomentarlos. Las condiciones de los medios
de comunicación, “desalentaban al hombre más
industrioso y emprendedor”. 334 El pueblo había
olvidado rápidamente a los héroes que habían
sacrificado sus vidas por darle la independencia
al país. Sin embargo, “El cadáver de ayer se
333
Constitución Política del Estado de México, 1827, p. i
334
Ibid., p. iii.
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