Imágenes del Estado de México 1824

halla hoy lleno de vigor, salud y lozanía”. 335 Los
poderes en la entidad se dividieron conforme a
su ley orgánica, se acabó con la arbitrariedad del
Congreso y se enfrentó al poder del Gobierno,
“[...] siempre propenso al despotismo y mando
absoluto, cuando no hay leyes que lo encierren
en el círculo de sus atribuciones, impidiéndole
obrar el mal”. 336
Sin embargo, se había apoyado la actividad
política de los municipios y Ayuntamientos. Se
había cuidado la seguridad de las personas y se
les había dotado de fondos mediante los productos
de las tierras de la comunidad. Las rentas del
estado habían aumentado. Se restableció la justicia
dotando de jueces letrados a cada partido.
Se había propugnado por la libertad para leer y
tener libros sin el acoso de la censura.
Asuntos de beneficencia pública también
se habían resuelto, como fue la solicitud que hizo
el administrador del hospital de mujeres dementes
para que pasaran a dicha casa los fondos de
la rifa que antes se destinaban al Hospital de San
Juan de Dios; con dichos fondos el hospital podría
cubrir sus necesidades. La solicitud fue
aprobada por el Congreso. 337
No obstante, la pérdida de la ciudad de
México seguía siendo motivo de discusión y
reclamo; a este hecho se le seguía calificando
como el origen de todos los males.
335
Ibid., p. iv.
336
Loc. cit.
337
Águila Mexicana, 7 de abril de 1824.
La cuestión del distrito federal por la cual el
estado hizo pérdidas tan considerables, se
sostuvo por más de un año con energía y actividad,
con honor y decoro. Las exposiciones
e iniciativas de ley dirigidas al Congreso General
Constituyente y a las Cámaras que le
sucedieron, serán un monumento eterno del
desinterés y amor patrio con que sacrificaron
su tranquilidad y reposo, y hasta su existencia
política los miembros que las suscribieron. 338
No había entre los mexiquenses ningún sentimiento
de pertenencia a una entidad diferente y separada
de las demás, especialmente de la ciudad de
México, que era su capital y con la cual se identificaban
más que con el recién configurado Estado
de México. De acuerdo con lo escrito por Mora,
las autoridades que estaban al frente de la administración
eran “[...] del todo malas por la falta de
medios para hacerse obedecer y de manos subalternas
que auxiliando sus operaciones, hiciesen al
gobierno presente en todas partes, y uniesen al
último habitante del territorio con el centro de la
autoridad y del poder”. 339 No se contaba con autoridades
competentes, algo semejante pasaba
entre los legisladores.
En el mismo Congreso Constituyente del
Estado de México ya se hablaba sobre “[...] las
posiciones que tiene la gente que está laborando
dentro del Congreso que la mayoría de ellos no se
ha recibido o no tiene los estudios adecuados para
el trabajo que está ejerciendo, pero aun así dice el
338
Constitución Política del Estado de México, 1827, pp. ix-x.
339
Ibid., pp. i-ii.
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