Imágenes del Estado de México 1824

almacenarse el tabaco, los cobros en su remisión
y el precio al que se debía vender.
Al perder el Estado de México su capital,
el problema fue el cobro del impuesto al tabaco,
el cual se suponía que ahora pasaría al gobierno
federal, y el estatal ya no participaría de él, perdiendo
así una buena parte de sus ingresos.
En relación con el contrabando de tabaco,
en la sesión del Soberano Congreso Constituyente
del Estado de México del 13 de enero, se
discutió la conveniencia de que el precio de este
producto se estableciera lo más bajo posible, con
el propósito de acabar con su contrabando, fijándose
precios distintos conforme a su calidad.
Nuevamente a nivel nacional se comenta la
necesidad de que los estados puedan fijar los
precios del tabaco; además la falta de papel
para envolver al tabaco los hace buscar quien
les venda pero no quieren seguir dependiendo
o hacerse dependientes de otro país por lo que
si es necesario se envolverá el tabaco con
hojas de maíz. 95
Otra opción era comprar el papel o envoltura a
los Estados Unidos; así sería más barato.
Otra fuente de ingreso para el erario público
era el impuesto que se pagaba por la extracción
del oro y la plata, la matanza de animales,
y las peleas de gallos en los seis palenques que
había en la entidad (Tulancingo, Taxco, México,
San Agustín de las Cuevas, Cuautla y Tezcoco).
Asimismo, recibía impuestos por obras de des-
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Águila Mexicana, 23 de enero de 1824.
agüe, pago de peajes, temporalidades (que eran
los bienes de extinguidas comunidades hospitalarias),
multas pagadas en el montepío, así como
por la contribución directa que se estableció
conforme al decreto del 28 de junio de 1823, por
el cual cada individuo contribuía en un año con
lo correspondiente a tres días de utilidades.
El Congreso Constituyente del Estado de
México dedicó varias de sus primeras sesiones a
analizar el problema de las rentas públicas que
correspondían a la federación y las que correspondían
a la entidad. En sesión del 12 de marzo
se pidió que se solicitara al ministro de Hacienda
que “[...] se le entreguen [al Estado de México]
los productos del impuesto sobre las carnes que
se cobra en los alcabalatorios, [así como] el producto
de la del vino por ser esta renta inconcusamente
del estado”. 96
Para los diputados locales no había duda:
era inconcuso que esos impuestos pertenecían a
la entidad.
También los municipios solicitaban participar
en la recaudación de los impuestos, especialmente
para pagar a sus profesores municipales.
Así, el Ayuntamiento de Huascasaloya promovió
una solicitud para cobrar medio real de cada arroba
de pulque para cubrir sus gastos. También se
tenía que pagar los sueldos a los prefectos. En la
sesión del Congreso del Estado de México del 15
de septiembre, se aprobó una asignación de 3 000
pesos de dotación para los prefectos. 97
96
Ibid., 14 de marzo de 1824.
97
Ibid., 20 de septiembre de 1824.
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