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MEDIA LITERACY AND INTERCULTURAL DIALOGUE
Strategies, Debates and Good Practices
en el modo en que se relacionan y acceden a la información, sino también en la
manera en que adquieren los productos.
El escaparate se traslada de la calle al dispositivo con el que se accede a
Internet. Crece el comercio electrónico, y con él, el interés de las empresas por
la imagen que proyectan en Internet en general, y en las redes sociales en
particular. El sector empresarial ha interiorizado que las redes permiten a las
empresas aumentar el valor de sus marcas y mejorar así las oportunidades
para vender un producto. Ya no hay duda de que Internet se asemeja hoy día a
una gran conversación y las compañías se están percatando de que tienen que
estar presentes.
Todas las marcas, en mayor o menor grado, son objeto de un inabarcable
intercambio de impresiones, opiniones y experiencias en las redes sociales, por
lo que su participación directa les abre la posibilidad de conectar mejor con sus
clientes, que ellos les conozcan mejor y lograr una mayor vinculación con la
compañía, relación que se pretende materializar en resultados de negocio. Por
ello, se ha considerado de interés investigar cómo gestionan sus marcas en las
redes sociales los principales anunciantes españoles y comprobar cómo se
enfrentan a nuevos retos en la gestión de la marca.
Los objetivos son dos: 1. Constatar si las empresas que más invierten en
publicidad convencional en España han interiorizado la relevancia del llamado
social marketing, y comprobar los medios que han destinado para ello, su
alcance y sus resultados. 2. Analizar las posibles similitudes y diferencias en la
gestión de las principales marcas españolas on-line.
2. Penetración y cambio en los hábitos de consumo de Internet
Gracias al avance de la tecnología y a la aceptación de dispositivos como las
tabletas o los ‘smartphones’, durante el 2011 ha proseguido imparable la
modificación de los hábitos de consumo de Internet, que ya se puede definir
como un consumo multidispositivo, simultáneo, personal, ubicuo, intensivo,
social y móvil. El consumo de Internet ya no se hace sólo desde el PC, ni está
limitado a sólo ciertos momentos del día o a lugares como el salón de casa o la
oficina. Ahora se trata de una conexión constante y deslocalizada, en movilidad
y en la que se potencia el componente social.
Con una penetración del 67,1%, en España ya hay 23,2 millones de
internautas, de los que el 71,4% (16,6 millones de personas) usa Internet a
diario, y es significativo que un 50% de los estudiantes universitarios y el 48%
de los jóvenes profesionales españoles en activo consideren Internet un
recurso tan vital como el aire, el agua, la comida o la vivienda. Es más, el 64%
de los estudiantes universitarios y el 67% de los trabajadores españoles
afirman que no podrían vivir sin Internet, a la que definen como “parte integral”
de sus vidas, y si tuvieran que elegir entre disfrutar de conexión a Internet o
tener un vehículo, el 67% de los universitarios españoles elegiría Internet
(Cisco, 2011). Pero es que, según el informe de Cisco, más de la mitad de los
jóvenes universitarios españoles consultados (el 54%) afirman que mantener
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