11.10.2015 Views

Ayotzinapa

Informe

Informe

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Informe <strong>Ayotzinapa</strong>. Investigación y primeras conclusiones<br />

familiares que están vivos. Desde el punto de vista psicológico es importante ofrecer<br />

información fiable y contrastada, escuchar las demandas y percepciones de los familiares<br />

y no plantearles de forma inducida lo que tienen que hacer con sus propios procesos o<br />

convicciones. Los familiares tienen que tener libertad para expresarse y hacer sus propios<br />

procesos evitando imponerles desde fuera cómo tienen que manejar la pérdida incierta<br />

que supone la desaparición forzada.<br />

“No, el que da información no ha dicho nada. Como dicen todos pues que los<br />

chamacos están muertos, que ya los quemaron, que ya no los vamos a encontrar.<br />

Que los quemaron dicen. Pero para nosotros no es cierto, no creemos ni nada.<br />

Porque nos damos cuenta nosotros que está vivo, está vivo. Que todos los padres<br />

de familia buscan”. E6.<br />

Las situaciones de ambigüedad psicológica como la desaparición forzada, conllevan un<br />

enorme sufrimiento psicológico. Mientras en ocasiones hay algunos familiares que quisieran<br />

incluso creer que están muertos porque eso supondría el fin de la incertidumbre, y al menos<br />

tener claridad de algo, en la mayoría esa idea es demasiado dura e injusta y predomina<br />

el afán de que están vivos, “va a volver”, aunque por otra parte eso pueda suponer que<br />

están sufriendo ahora. La demanda de aparición con vida no sólo puede ser vista como una<br />

consigna frente al Estado, sino también es un profundo sentimiento de los familiares.<br />

“Por ejemplo, cuando íbamos llegando a Chilpancingo, en Casa Guerrero, llegó<br />

el mensaje por los celulares que habían encontrado unas fosas en Iguala, que<br />

según que los estudiantes son los cuerpos que estaban ahí en las fosas. Y las<br />

señoras empezaron a llorar todas, todas. Lo bueno que el licenciado Vidulfo nos<br />

habló, dice: Señoras, padres de familia, madres de familia, ya no lloren porque<br />

todavía no sabemos si son ellos. Porque así como sabemos que son muchos, están<br />

agarrando a muchas personas, pues a lo mejor son otros, mejor primero hay que<br />

ver. Y ya de ahí se calmaron las señoras. Ahora cuando, el veintiséis de enero,<br />

cuando se hizo una marcha, como vio el gobierno que había mucha gente pues<br />

también al otro día siguiente anunció Murillo Karam que a los muchachos ya<br />

los habían quemado ahí en el basurero de Cocula. Pero nosotros le exigíamos<br />

que nos dé una prueba, aunque sea cenizas o un pedazo de hueso, porque nada<br />

más nosotros así de palabra, pues nosotros no lo aceptamos. Y nunca nos dio la<br />

muestra. Nunca. Por eso para nosotros pues los muchachos están vivos y salen<br />

unos comentarios de que sí están vivos”. E34.<br />

Aceptación de la pérdida… imposible en esas condiciones<br />

En numerosas reuniones con distintos interlocutores de la sociedad o del estado, en lecturas<br />

en artículos en medios de comunicación o entrevistas a determinados actores políticos,<br />

se señala frecuentemente la necesidad de que los familiares “acepten” la situación, y por<br />

tanto “la muerte de sus hijos”.<br />

294

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!