Nº18 15/07/2009 - enfoqueseducativos.es

REVISTA DIGITAL CIENCIA Y DIDÁCTICA Nº 18 15/07/2009
avanza el devenir escolar, dejan paso a la comprensión del supuesto mensaje aludido
por el autor y la búsqueda y sistematización de los recursos presentes, de allí que troque
desde una actividad divertida y fundamentalmente exploratoria a una forma arcaica y
vaciada de significaciones, que carece por otra parte de utilidad concreta en la vida
cotidiana. Asimismo, su función autorreferencial, en tanto apuntala y deja escapar
aspectos de la interioridad que nos implican personalmente, suele aceptarse como su
punto débil, por lo que se excluye en los procesos de selección y desarrollo de los
contenidos en el área.
Más allá de las buenas intenciones, la búsqueda de elementos teóricos y
prácticos que operen moldeando y direccionando una propuesta a través de la lectura
atenta de material bibliográfico diverso me permitió redescubrir el caligrama. Este tipo
de poesía descolló en las primeras décadas del siglo XX, aunque ha estado presente en
otras culturas, y su denominación (del francés calligrame) se debe a Guillaume
Apollinaire; supuso una subversión de los valores estéticos consagrados, la ruptura con
la sonoridad y la primacía de lo visual de la escritura, al concebir su valor fusionado con
el dibujo. En la actualidad, se entrecruza además con el lenguaje de los medios y la
publicidad, en una inédita importancia de la imagen en el panorama artístico y cultural.
Como texto en el que se dispone palabra, tipografía o caligrafía para representar el
contenido, rompe con la continuidad de la musicalidad esperable de la rima, y la
incorpora desde otra dimensión, en la forma a través del dibujo.
Por otra parte, los chicos y chicas habían demostrado en múltiples oportunidades
sus intereses y habilidades relativos a éste, y expresaban en cada oportunidad el deseo
de dibujar; ya había tenido en cuenta esta verdadera potencialidad, y me dediqué a
construir un puente entre ambos. Tal como señala Barrado (2008), el caligrama en la
literatura de vanguardia da cuenta de una suerte de su reorientación hacia las artes
plásticas, y en simultáneo, la caligrafía se instala como fuente de inspiración,
convirtiéndose por ello en un encuentro feliz entre lenguajes artísticos. Como verdadera
experiencia del lenguaje, cobra nueva validez en tanto experiencia del pensamiento, en
la que la musicalidad troca en dibujo, y encierra una visualización y una forma de
contemplación inmersa en cierta complicidad entre ejecutante y auditorio, ya que evita
su recitación y a la vez invita a la expectación, elidiendo y colocando la musicalidad en
nuevas y palpitantes coordenadas.
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