Cartas 60-212 - Carmelo - Santa Teresa de Jesus
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hacia el Amado, enséñame a practicar la virtud, para que en el cielo no me vea colocada<br />
<strong>de</strong>masiado lejos <strong>de</strong> ti y puedas reconocerme por hija y por hermanita tuya.<br />
<strong>Teresa</strong> <strong>de</strong>l Niño Jesús <strong>de</strong> la <strong>Santa</strong> Faz<br />
rel. carm. ind.<br />
NOTAS Cta 156<br />
1 <strong>Teresa</strong> comenta aquí el cuadro que había pintado para la primera celebración <strong>de</strong>l santo<br />
<strong>de</strong> la madre Inés <strong>de</strong> Jesús como priora.<br />
2 Alusión a los choques que se habían producido ya entre la antigua y la nueva priora,<br />
que exigen <strong>de</strong> ésta mucha humildad.<br />
3 Cf PN 22, introducción.<br />
Cta 157 A Celina<br />
Marzo o mayo <strong>de</strong> 1894<br />
J.M.J.T.<br />
Inicio<br />
Los «codfiches» 1 le han gustado mucho a nuestra Madre, y querría escribir unas letras<br />
para darle las gracias a su Celino querido, pero no pue<strong>de</strong> hacerlo. Está también muy<br />
contenta por la carta <strong>de</strong> María 2 .<br />
Que la pequeña <strong>de</strong>sterrada esté triste sin estar triste, pues si no se centran en ella las<br />
caricias <strong>de</strong> las criaturas, la ternura <strong>de</strong> Jesús sí que está CENTRADA toda en ella. Ahora<br />
que Celina está sin albergue 3 , él, Jesús, está bien alojado, y está contento <strong>de</strong> ver errante<br />
a su esposa querida, ¡eso le gusta! ¿Y por qué...? Yo no lo sé... Es un secreto <strong>de</strong> Jesús.<br />
Pero creo que está preparando muchas cosas hermosas en su casita... Tiene que trabajar<br />
tanto, que parece olvidar a su pobre Celina... Pero no, sin que ella lo vea, él la mira por la<br />
ventana... Le gusta verla en el <strong>de</strong>sierto, sin otro oficio que el <strong>de</strong> amar 4 , sufriendo ¡sin<br />
siquiera sentir que ama...! Jesús sabe muy bien que la vida es sólo un sueño, y por eso se<br />
alegra <strong>de</strong> ver a su esposa llorando junto a los canales <strong>de</strong> Babilonia. Pronto llegará el día<br />
en que Jesús tomará a su Celina <strong>de</strong> la mano y la hará entrar en su casita, que se habrá<br />
convertido en un [vº] palacio eterno... Y entonces dirá: «¡Ahora me toca a mí...!» Tú me<br />
diste en la tierra el único albergue al que ningún corazón humano quiere renunciar -es<br />
<strong>de</strong>cir te me diste a ti misma-, y ahora yo te doy por morada mi sustancia eterna 5 , es <strong>de</strong>cir,<br />
«a mí mismo». Esta será tu mansión por toda la eternidad. Durante la noche <strong>de</strong> la vida tú<br />
anduviste errante y solitaria, ahora tendrás un compañero: yo, Jesús, tu esposo, tu amigo,<br />
a quien se lo sacrificaste todo, ¡un compañero que te colmará <strong>de</strong> alegría por los siglos <strong>de</strong><br />
los siglos...!