Cartas 60-212 - Carmelo - Santa Teresa de Jesus
Cartas 60-212 - Carmelo - Santa Teresa de Jesus
Cartas 60-212 - Carmelo - Santa Teresa de Jesus
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
Ya en tiempos <strong>de</strong> la ley <strong>de</strong>l temor, antes <strong>de</strong> la venida <strong>de</strong> Nuestro Señor, <strong>de</strong>cía ya el<br />
profeta Isaías, hablando en nombre <strong>de</strong>l Rey <strong>de</strong>l cielo: «¿Podrá una madre olvidarse <strong>de</strong> su<br />
hijo...? Pues aunque ella se olvi<strong>de</strong> <strong>de</strong> su hijo, yo no os olvidaré jamás». ¡Qué encantadora<br />
promesa! Y nosotros, que vivimos en la ley <strong>de</strong>l amor, ¿no vamos a aprovecharnos <strong>de</strong> los<br />
amorosos anticipos que [2rº] nos da nuestro Esposo...? ¡Cómo vamos a temer a quien se<br />
<strong>de</strong>ja pren<strong>de</strong>r en uno <strong>de</strong> los cabellos que vuelan sobre nuestro cuello...!<br />
Sepamos, pues, hacer prisionero a este Dios que se hace mendigo <strong>de</strong> nuestro amor. Al<br />
<strong>de</strong>cirnos que un solo cabello pue<strong>de</strong> obrar este prodigio, nos está mostrando que los más<br />
pequeños actos, hechos por amor, cautivan su corazón... Si hubiera que hacer gran<strong>de</strong>s<br />
cosas, ¡cuán dignos <strong>de</strong> lástima seríamos...! ¡Pero qué dichosas somos, ya que Jesús se<br />
<strong>de</strong>ja prendar por las más pequeñas...!<br />
No son pequeños sacrificios lo que te falta, querida Leonia, ¿no está tu vida tejida <strong>de</strong><br />
ellos...? Me alegro <strong>de</strong> verte ante semejante tesoro, y sobre todo <strong>de</strong> pensar que sabes<br />
aprovecharte <strong>de</strong> él, no sólo para ti, sino también para las almas... ¡Es tan hermoso ayudar<br />
a Jesús con nuestros pequeños sacrificios, ayudarle a salvar las almas que él rescató al<br />
precio <strong>de</strong> su sangre y que sólo esperan nuestra ayuda para no caer en el abismo...!<br />
[2vº] Me parece que si nuestros sacrificios son cabellos que hechizan a Jesús, nuestras<br />
alegrías lo son también. Para ello, basta con no encerrarse en una felicidad egoísta, sino<br />
ofrecer a nuestro esposo las pequeñas alegrías que él siembra en el camino <strong>de</strong> la vida<br />
para cautivar nuestras almas y elevarlas hasta sí...<br />
Pensaba escribir hoy a nuestra tía, pero no tengo tiempo, lo haré el domingo que viene.<br />
Dile, por favor, cuánto la quiero, y a nuestro tío también. Me acuerdo también mucho <strong>de</strong><br />
Juana y <strong>de</strong> Francis.<br />
Me pi<strong>de</strong>s noticias acerca <strong>de</strong> mi salud 4 . Pues bien, querida hermanita, ya no toso<br />
absolutamente nada. ¿Estás contenta...? Pero eso no le impedirá a Dios tomarme cuando<br />
quiera. Como hago todo lo que puedo por ser un niño pequeñito, no tengo que hacer<br />
ningún preparativo. Jesús mismo <strong>de</strong>berá pagar todos los gastos <strong>de</strong>l viaje y el precio <strong>de</strong> la<br />
entrada en el cielo...<br />
Adiós, hermanita querida. Creo que te quiero cada día más...<br />
Tu hermanita<br />
<strong>Teresa</strong> <strong>de</strong>l Niño Jesús<br />
rel. carm.<br />
[2vºtv] Sor Genoveva está muy contenta con tu carta; te contestará la próxima vez. Las<br />
cinco te mandamos un abrazo...<br />
NOTAS Cta 191<br />
1 Cf CA 2.9.4: «¡Así <strong>de</strong> importante en la familia!».