Cartas 60-212 - Carmelo - Santa Teresa de Jesus
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2 Paulina llamaba «tía» a su antigua profesora en recuerdo <strong>de</strong> su tía salesa, sor María<br />
Dositea. <strong>Teresa</strong> hace otro tanto, por <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> Paulina.<br />
3 Cf Cta 162, n. 1.<br />
4 María y Paulina, las dos educadoras <strong>de</strong> <strong>Teresa</strong>, conservaron una fuerte impronta <strong>de</strong> sus<br />
años <strong>de</strong> internado en la Visitación <strong>de</strong> Le Mans.<br />
5 El 29 <strong>de</strong> marzo <strong>de</strong> 1875; cf Ms A 7vº.<br />
6 Luisa Gasse, compañera y amiga <strong>de</strong> Paulina en el internado.<br />
Cta 161 A Celina<br />
J.M.J.T.<br />
Jesús + 26 <strong>de</strong> abril <strong>de</strong> 1894<br />
Querido liriecito <strong>de</strong> Jesús:<br />
Inicio<br />
Para cantar tus 25 años, te mando una pequeña poesía 1 que he compuesto pensando en<br />
ti...<br />
Celina, estoy segura <strong>de</strong> que compren<strong>de</strong>rás todo lo que mi canto quisiera <strong>de</strong>cirte. Claro,<br />
que haría falta una lengua distinta <strong>de</strong> la lengua <strong>de</strong> la tierra para expresar la belleza <strong>de</strong>l<br />
abandono <strong>de</strong> un alma en las manos <strong>de</strong> Jesús; mi corazón no ha logrado más que balbucir<br />
apenas lo que siente...<br />
Celina, la historia <strong>de</strong> Cecilia (la santa <strong>de</strong>l ABANDONO) ¡es también tu propia historia!<br />
Jesús ha puesto ahí a tu lado a un ángel <strong>de</strong>l cielo que te guarda siempre y que te lleva <strong>de</strong><br />
la mano para que tu pie no tropiece en ninguna piedra. Tú no lo ves, y, sin embargo, es él<br />
quien <strong>de</strong>s<strong>de</strong> hace 25 años ha preservado tu alma y quien le ha conservado su blancura<br />
virginal, es él quien aleja <strong>de</strong> ti las ocasiones <strong>de</strong> pecado... Fue él quien se te mostró en<br />
aquel sueño misterioso que te envió cuando eras niña: veías a un ángel que llevaba una<br />
antorcha y que caminaba <strong>de</strong>lante <strong>de</strong> nuestro padre querido. Sin duda, quería darte a<br />
conocer la misión que más tar<strong>de</strong> ibas a cumplir. ¡Ahora eres tú el ángel visible <strong>de</strong> quien<br />
pronto irá a unirse a los ángeles <strong>de</strong> la ciudad celestial!<br />
Celina, no temas las tormentas <strong>de</strong> la tierra... Tu ángel <strong>de</strong> la guarda te cubre con sus alas,<br />
y en tu corazón reposa Jesús, pureza <strong>de</strong> las vírgenes. Tú no ves tus tesoros. Jesús<br />
duerme y el ángel permanece en su misterioso silencio. Sin embargo, están ahí, con<br />
María, que te escon<strong>de</strong>, también ella, bajo su manto...<br />
No temas, Celina querida. Mientras tu lira no <strong>de</strong>je <strong>de</strong> cantar para Jesús, nunca se<br />
romperá... Es frágil, sin duda alguna, más frágil [vº] que el cristal; si se la <strong>de</strong>jases a un<br />
músico inexperto, pronto se rompería; pero es Jesús quien hace vibrar la lira <strong>de</strong> tu