Cartas 60-212 - Carmelo - Santa Teresa de Jesus
Cartas 60-212 - Carmelo - Santa Teresa de Jesus
Cartas 60-212 - Carmelo - Santa Teresa de Jesus
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Tu corazón está hecho para amar a Jesús, para amarlo apasionadamente. Pí<strong>de</strong>le que los<br />
años más hermosos <strong>de</strong> tu vida no transcurran entre miedos quiméricos.<br />
No tenemos más que los breves instantes <strong>de</strong> nuestra vida para amar a Jesús. El diablo lo<br />
sabe muy bien, y por eso procura consumirla en trabajos inútiles...<br />
Hermanita querida, comulga con frecuencia, con mucha frecuencia... Este es el único<br />
remedio si quieres curarte. No en vano ha puesto Jesús esos <strong>de</strong>seos en tu alma. (Yo creo<br />
que a él le gustaría que pudieses recuperar las dos comuniones que <strong>de</strong>jaste, pues así la<br />
victoria <strong>de</strong>l <strong>de</strong>monio sería menor al no haber logrado alejar a Jesús <strong>de</strong> tu corazón).<br />
No temas amar <strong>de</strong>masiado a la Santísima Virgen, nunca la amarás lo suficiente, y Jesús<br />
estará muy contento pues la Virgen es su Madre.<br />
Adiós, hermanita, y perdona este rompecabezas que es mi carta; no puedo volverla a leer<br />
por falta <strong>de</strong> tiempo. Da un abrazo <strong>de</strong> mi parte a todos los míos,<br />
[vºtv] Sor <strong>Teresa</strong> <strong>de</strong>l Niño Jesús<br />
nov. carm. ind.<br />
NOTAS Cta 92<br />
1 He aquí un extracto <strong>de</strong> la carta <strong>de</strong> María, que por esas fechas se encontraba en la<br />
Exposición <strong>de</strong> París: «Vengo a molestarte una vez más, y sé <strong>de</strong> antemano que no vas a<br />
estar contenta <strong>de</strong> mí. Pero ¿qué quieres?, sufro tanto que me hace bien volcar todas mis<br />
penas en tu corazón. París no está hecho para curar los escrúpulos, ya no sé adón<strong>de</strong><br />
volver la mirada: si huyo <strong>de</strong> una <strong>de</strong>snu<strong>de</strong>z, me encuentro con otra, y así <strong>de</strong> continuo todo<br />
el día. Es para morirse <strong>de</strong> pena. Me parece que lo hago por curiosidad, tengo que mirarlo<br />
todo, me parece que es por ver el mal. No sé si me vas a enten<strong>de</strong>r: tengo tal lío en la<br />
cabeza, que no acierto a <strong>de</strong>senredarlo. El <strong>de</strong>monio no cesa tampoco <strong>de</strong> recordarme todas<br />
esas cosas feas que he visto durante el día, y ése es otro motivo <strong>de</strong> tormento. ¿Cómo<br />
quieres que comulgue mañana y el viernes? Me veo obligada a abstenerme, y ésta es la<br />
prueba más dura, nunca había sentido tanto amor a la comunión; pienso que estaría<br />
inundada <strong>de</strong> consuelos, que me sentiría fortalecida si pudiese tener a Dios <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> mi<br />
corazón; <strong>de</strong> otro modo, está tan vacío mi pobre corazón, está lleno <strong>de</strong> tristeza, nada<br />
pue<strong>de</strong> distraerme. ¡Qué ciudad, París! ¡Cuánto más feliz es uno en nuestra casita <strong>de</strong> la<br />
calle Condorcet! ¿Sabes cuándo me siento más feliz? Cuando estoy en la iglesia. Al<br />
menos allí puedo posar mis ojos en el sagrario, y entonces siento que estoy en mi centro,<br />
todo lo <strong>de</strong>más no está hecho para mí. Yo no sé cómo la gente pue<strong>de</strong> vivir aquí; para mí<br />
esto es un verda<strong>de</strong>ro infierno» (A <strong>Teresa</strong>, LC 113, 29 <strong>de</strong> mayo <strong>de</strong> 1889).<br />
2 Ese mismo día, 30 <strong>de</strong> mayo.<br />
3 Cf la documentación sobre el <strong>de</strong>monio; TrH, pp. 128ss.<br />
4 Cf Ms A 39rº y 44rº.<br />
Inicio