Cartas 60-212 - Carmelo - Santa Teresa de Jesus
Cartas 60-212 - Carmelo - Santa Teresa de Jesus
Cartas 60-212 - Carmelo - Santa Teresa de Jesus
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Celina, hace ya tanto tiempo..., y ya entonces el alma <strong>de</strong>l profeta Isaías se abismaba<br />
como la nuestra en las BELLEZAS ESCONDIDAS <strong>de</strong> Jesús... Celina, cuando leo estas<br />
cosas, me pregunto: ¿qué es el tiempo...? El tiempo no es más que un espejismo, un<br />
sueño... ¡Dios nos ve ya en la gloria y SE GOZA <strong>de</strong> nuestra bienaventuranza eterna...!<br />
¡Cuánto bien hace a mi alma este pensamiento! Comprendo entonces por qué Dios no<br />
regatea con nosotros... Sabe que nosotras le enten<strong>de</strong>mos, y nos trata como a sus amigos,<br />
como a sus esposas más queridas...<br />
Celina, ya que Jesús ha estado «solo pisando el vino» que nos da a beber, no nos<br />
neguemos nosotras a llevar los vestidos teñidos [1vº] <strong>de</strong> sangre..., pisemos para Jesús un<br />
vino nuevo que apague su sed, que le <strong>de</strong>vuelva amor por amor. No nos guar<strong>de</strong>mos ni una<br />
sola gota <strong>de</strong>l vino que podamos ofrecerle..., y entonces él, mirando a su alre<strong>de</strong>dor, verá<br />
que nosotras venimos a ayudarle...<br />
Su rostro estaba como escondido... Celina, hoy también lo sigue estando, pues ¿quién<br />
compren<strong>de</strong> las lágrimas <strong>de</strong> Jesús...?<br />
Celina querida, hagamos <strong>de</strong> nuestro corazón un pequeño sagrario don<strong>de</strong> Jesús pueda<br />
refugiarse. Así, él se verá consolado y olvidará lo que nosotras no po<strong>de</strong>mos olvidar: «la<br />
ingratitud <strong>de</strong> las almas que lo abandonan en un sagrario <strong>de</strong>sierto...» 2 .<br />
«Ábreme, hermana mía, esposa mía, que tengo la cabeza cubierta <strong>de</strong> rocío y mis rizos <strong>de</strong>l<br />
relente <strong>de</strong> la noche» (Cantar <strong>de</strong> los Cantares). Eso es lo que Jesús nos dice al alma<br />
cuando se encuentra abandonado y olvidado. ¡El olvido, Celina! Creo que eso es lo que<br />
más pena le produce...<br />
¡Papá...! No puedo, Celina, <strong>de</strong>cirte todo lo que pienso, sería <strong>de</strong>masiado largo, y a<strong>de</strong>más<br />
¿cómo <strong>de</strong>cir ciertas cosas que el mismo pensamiento apenas pue<strong>de</strong> traducir,<br />
profundida<strong>de</strong>s que se encuentran en los abismos más íntimos <strong>de</strong>l alma...?<br />
Jesús nos ha enviado la cruz más escogida que, en su amor inmenso, ha podido<br />
inventar... ¿Cómo quejarnos, cuando él mismo fue consi<strong>de</strong>rado como un hombre herido<br />
por Dios y humillado...?<br />
El hechizo divino 3 hechiza mi alma y la consuela <strong>de</strong> una forma maravillosa en todos los<br />
momentos <strong>de</strong>l día. ¡Qué sonrisas, las lágrimas <strong>de</strong> Jesús...!<br />
[1vºtv] Da a todos un abrazo <strong>de</strong> mi parte, y diles todo lo que se te ocurra... Me acuerdo<br />
mucho <strong>de</strong> mi Leonia querida, <strong>de</strong> mi querida salesa 4 . Dile a María <strong>de</strong>l Santísimo<br />
Sacramento 5 que Jesús le pi<strong>de</strong> mucho amor, que espera <strong>de</strong> ella la reparación <strong>de</strong> las<br />
frialda<strong>de</strong>s que recibe, ¡su corazón ha <strong>de</strong> ser una hoguera don<strong>de</strong> Jesús pueda<br />
calentarse...! ¡Tiene que olvidarse por completo <strong>de</strong> sí misma, para no pensar más que en<br />
él...!<br />
Celina, oremos por los sacerdotes, ¡sí, oremos por ellos! Consagrémosles nuestras vidas.<br />
Jesús me hace sentir a diario que espera esto <strong>de</strong> nosotras dos.<br />
C.T. 6<br />
[2rº]