Cartas 60-212 - Carmelo - Santa Teresa de Jesus
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Cta 133 A la señora <strong>de</strong> Guérin<br />
J.M.J.T.<br />
Inicio<br />
Jesús + El <strong>Carmelo</strong>, 16 <strong>de</strong> noviembre <strong>de</strong> 1891<br />
Querida tía:<br />
Es un placer para la más pequeña <strong>de</strong> sus hijas ir con sus hermanas mayores a felicitarle<br />
su santo.<br />
Todos los años veo con alegría la llegada <strong>de</strong> esa fecha <strong>de</strong>l 19 <strong>de</strong> noviembre, que, si está<br />
llena para mí <strong>de</strong> dulces recuerdos, es también rica en esperanzas para el futuro...<br />
Cuanto más avanzo en la vida, más saboreo lo dulce que es la fiesta <strong>de</strong> una madre.<br />
¡Des<strong>de</strong> mi infancia, Dios parecía haberme arrebatado para siempre una alegría que nunca<br />
había gustado! [1vº] Pero <strong>de</strong>s<strong>de</strong> lo alto <strong>de</strong>l cielo, la madre que no podía ya prodigarme<br />
sus caricias inspiró a un corazón maternal, al que tanto quería, la ternura <strong>de</strong> una madre<br />
hacia su pobre hijita; y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> entonces yo también he podido saborear las dulces alegrías<br />
que se experimentan al felicitar a una madre querida...<br />
Querida tiíta, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> que está en la montaña <strong>de</strong>l <strong>Carmelo</strong>, su Teresita es todavía, si cabe,<br />
más consciente <strong>de</strong>l cariño que le profesa; cuanto más apren<strong>de</strong> a amar a Jesús, más crece<br />
también su amor hacia sus familiares queridos.<br />
El regalito 1 que nuestra Madre ha tenido el gusto <strong>de</strong> hacer confeccionar para su santo le<br />
dirá mejor que yo, querida tiíta, lo que yo no acierto a [2rº] <strong>de</strong>cirle. Mi corazón se llena <strong>de</strong><br />
emoción al contemplar esos pobres cabellos, que indudablemente no tienen otro valor que<br />
el <strong>de</strong>licado trabajo y la gracia con que han sido colocados, pero que le eran tan queridos a<br />
aquel que Dios nos ha arrebatado 2 ... Querida tiíta, ¿verdad que me compren<strong>de</strong>...? Me<br />
siento feliz al ver que esos cabellos le han sido obsequiados a la persona a quien más<br />
quiero en esta vida <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> mi padre querido, ¡esos cabellos que a él tanto le hubiera<br />
gustado recibir!<br />
Querida tiíta, esta carta no se parece en nada a una carta <strong>de</strong> felicitación, en la que sólo se<br />
<strong>de</strong>be hablar <strong>de</strong> alegría y <strong>de</strong> felicidad. Pero yo no sé hablar más que con el corazón, sólo<br />
él guía mi pluma y estoy completamente segura <strong>de</strong> que el [2vº] corazón maternal al que<br />
mi dirijo sabrá enten<strong>de</strong>rme e incluso adivinar lo que yo no acierto a expresar...<br />
Querida tía, tengo que poner punto final a esta carta, pero antes quiero enviarle todos mis<br />
besos y le pido que diga a sus hijitas que a ellas les encargo que se los <strong>de</strong>n por mí; estoy<br />
segura <strong>de</strong> que estarán encantadas <strong>de</strong> la misión que les confío y <strong>de</strong> que la van a cumplir a<br />
la perfección...<br />
Su hijita le envía <strong>de</strong> nuevo todas sus felicitaciones y le pi<strong>de</strong>, querida tiíta que cuente con<br />
toda la ternura <strong>de</strong> su corazón <strong>de</strong> hija...