Katherinne Brevis Arratia - Biblioteca Digital INDH
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CONCURSO. Cuenta tu Tesis en Derechos Humanos<br />
dinamita y en lugares donde pernoctaban se confiscó literatura marxista y manuales de guerrillas de procedencia<br />
cubana (La Tribuna, 1973, 13 de octubre, p. 1).<br />
Tras dos operativos en el sector rural, seis extremistas fueron ultimados, luego de que estos supuestamente intentaran atacar<br />
a patrullas militares. Esto solo sería un precedente.<br />
En los faldeos del cerro Pemehue continuaron las detenciones, aumentando la violencia. Allanaron casas con<br />
suma violencia, sin discriminar hombres, mujeres o niños. A caballo, y en forma de caravana de la muerte, los<br />
carabineros, militares y empresarios siguieron su camino hasta el fundo Carmen y Maitenes, siguiendo con las<br />
detenciones. En cuatro días, 18 campesinos fueron detenidos ilegalmente, torturados, sometidos a juegos sádicos,<br />
asesinados brutalmente, algunos lanzados al río y otros enterrados en fosas (Narváez, 2008, p. 30).<br />
Pasaron algunos días cuando los familiares estuvieron seguros de que la patrulla que los había amenazado<br />
obligándole a permanecer en sus hogares, se había ido, algunos familiares comenzaron la búsqueda de los<br />
detenidos. No fue fácil. Sin embargo, gracias a unos perros ovejeros pudieron encontrar los cadáveres en el mismo<br />
sector donde se habían escuchado los tiros. Los cadáveres estaban tapados con grandes piedras y presentaban<br />
numerosos impactos de bala. Estaban destrozados por los perros de las casas de la administración y con visibles<br />
muestras de haber recibido grandes torturas, comentó la señora María Medina -madre de Gerónimo Sandoval,<br />
cuyo cuerpo fue hallado junto a tres más- a la periodista María Eliana Vega (Vega 1999, p. 297).<br />
Recién el año 2007 Maturana Concha confesó estos hechos a los detectives de la Brigada Investigadora de Delitos<br />
contra los Derechos Humanos y, luego, al Ministro de la Corte de Apelaciones de Concepción, Carlos Aldana.<br />
Durante el 2 de abril de 2008, el juez Aldana realizó varias reconstituciones de escena en el sector. Acompañado<br />
de detectives y 23 personas, entre inculpados (siete) y testigos, recreó la ruta y hechos ocurridos esos días de<br />
1973. Tras tantos años de silencio y de angustias reprimidas, el dolor no pudo más y estuvo a punto de generar<br />
una delicada situación ese día. Por lo cual, el propio ministro Aldana debió solicitar al personal policial que<br />
interviniera para evitar un pugilato entre ex uniformados y los ex prisioneros cuyas vidas, sienten, costaron las de<br />
los otros (Narváez, 2008, p. 29).<br />
Los dos sobrevivientes recuerdan que, al llegar a casa, contaron a su madre todo lo que les había ocurrido y lo que les estaban<br />
haciendo a los demás detenidos. Ella intentó ir a la administración del fundo porque su marido aún permanecía allí, pero su<br />
hijo se lo impidió. Recuerdan que esa misma noche, alrededor de las 23 horas, dos ráfagas de metralletas estremecieron a la<br />
familia. Luego de los disparos sobrevino un gran silencio. “En ese momento nuestra desesperación llegó al máximo ya que<br />
sabíamos que nuestros familiares y compañeros de trabajo habían sido fríamente asesinados por los uniformados” (Vega,<br />
1999, p. 297).<br />
Al día siguiente vieron a dos de los militares que habían participado en las detenciones, salir de la administración con palas.<br />
Luego descubrieron que estos habían cavado un hoyo a menos de doscientos metros del recinto en que se hallaban, entre un<br />
estero y un cerco de alambres de púa. Aunque tensa, la situación se enfrentó y la verdad comienza a aflorar. Sin embargo,<br />
el sector de civiles que participaron activamente en todos estos vejámenes aún no se han referido con claridad al tema,<br />
culpando únicamente a los militares, por tanto queda una arista pendiente. En palabras de la periodista María Eliana Vega<br />
sobre lo ocurrido a los campesinos de Mulchén: