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Katherinne Brevis Arratia - Biblioteca Digital INDH

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CAPÍTULO 2<br />

Dicha comuna estuvo bajo la mira de la derecha política por ser considerada una comuna comunista, lo cual se constataría en<br />

la alta votación que tenía este partido en la zona. De hecho, un testimonio en común para quienes vivieron en Quilleco en la<br />

época, y corroborado por los “presos políticos en guerra” (denominación otorgada a quienes cometieran “delitos” en tiempos<br />

“de guerra” como se le denominó al periodo). Ellos sostienen que el rumor que abundaba por esos días, es que la comuna<br />

sería bombardeada para eliminarla completamente por comunista. A raíz de este rumor mucha gente se fue de Quilleco a los<br />

campos y los demás pensaban que si eso pasaba era mejor morir todos/as juntos/as en la casa.<br />

Al intentar conversar con algunos de los hombres de Quilleco que fueron apresados según el Consejo de Guerra del 18 de<br />

diciembre de 1973, pasó lo que se temía que ocurriera, no quisieron dar testimonio de lo ocurrido en aquella fecha, solo<br />

entraron en la negación del ‘no, yo no hice nada, nunca entendí por qué me detuvieron’, etc. Reacciones normales al sello de<br />

miedo y posterior trauma que aquella experiencia imprimió en ellos.<br />

Uno de los “prisioneros políticos en tiempos de guerra” de Quilleco, don Carlos Sobarzo, quien accedió sin más cuestionamientos<br />

a entregarnos su testimonio, cuenta que en la comuna se abrieron varias fuentes de trabajo en el área forestal. A esto atribuye<br />

Oscar Burgos Oyarce, también prisionero político en tiempos de guerra -condenado “a la pena única de presidio perpetuo<br />

como principal, y a las accesorias de inhabilitación absoluta perpetua para cargos y oficios públicos y derechos políticos por<br />

el tiempo de la vida del penado”, según estipuló el Consejo de Guerra de 6 febrero de 1974-, la causa por la cual se detuvo<br />

a tanta gente, ya que el grupo más grande de detenidos eran trabajadores de la empresa forestal Inforsa, estatal en aquellos<br />

años. Don Carlos Sobarzo cuenta que en Quilleco,<br />

(…) la gente estaba bien clara con sus ideas, toda la gente apoyaba y no querían nada con los ricos, con los<br />

momios como les decíamos y la gente se identificaba con la clase baja, la que trabajaba, la que sufría. Como la<br />

mayoría se asumía como pobre, veían como una obligación apoyar a la izquierda (…) La gente apoyó hasta el<br />

final. El día del golpe les dijimos a la gente que tenían que irse a sus casas no más, no se sacaba nada con ir a<br />

hacer una concentración, nos iban a balear a todos, no teníamos armas, no teníamos nada para defenderlos. La<br />

gente de oposición por ser minoría en esta comuna, se quedaba en sus casas no más, entonces en ese sentido<br />

aquí fue más tranquilo y no hubo problema (…) A poco del golpe comienzan a ser perseguidos los dirigentes<br />

sindicales, dirigentes políticos (Sobarzo, 2010).<br />

En el informe de la situación de los detenidos en Los Ángeles desde el Consejo de Guerra realizado el 18 de diciembre de<br />

1973, se les otorgan condenas a cerca de una veintena de hombres provenientes de la comuna de Quilleco. Condenan a<br />

quince años a Héctor Godoy Gálvez, quien es trasladado a Temuco por ser considerado por los abogados un “débil mental”;<br />

a cinco años a Víctor Hugo Riquelme Cares, y a tres años y un día a Desiderio Acuña Poblete, Héctor Contreras Zurita, Aurelio<br />

Narváez Narváez, Guillermo Rodríguez Salamanca, Luis Rodríguez Salamanca, Francisco Sandoval Ortiz, Carlos Sobarzo<br />

Riquelme, Héctor Hernán Álvarez Ruiz y Domingo Segundo Venegas Sansano. Todas estas personas trabajaban en el mismo<br />

lugar, en el área forestal de la papelera Nacimiento de INFORSA que en esos tiempos era estatal. Don Carlos dice:<br />

No sé de donde salió que había un grupo que tenían armas. Y ese grupo efectivamente era de entre 300 y 400<br />

personas tanto los que trabajaban en las plantaciones de pinos, en la explotación, en la limpieza del campo,<br />

etcétera (Sobarzo, 2010).<br />

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