Katherinne Brevis Arratia - Biblioteca Digital INDH
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CONCURSO. Cuenta tu Tesis en Derechos Humanos<br />
Este grupo fue condenado porque se le inventó que era un grupo paramilitar, denominado “Grupo Militar de<br />
los Llanos de Coihueco”. Nombre atribuido al lugar donde estos desarrollaban sus distintas tareas laborales. El<br />
prisionero político en tiempos de guerra, Carlos Sobarzo confiesa cómo vivió luego del golpe militar:<br />
Yo recibí una llamada de un conocido y él me dijo: Carlos estamos mal, hay que quedarse en las casas y si tienes<br />
la posibilidad de irte, ándate. Yo en ese tiempo trabajaba en la papelera Nacimiento, de Inforsa, que por aquel<br />
entonces era estatal, y llegamos a un acuerdo de todos irse a sus casas, para evitar ser detenidos, fusilados, y así<br />
se hizo. Porque se dijo que el golpe militar sería por unos días no más, mientras se normalizaran las cosas. Cuando<br />
nos dimos cuenta que no era así, muchos se asilaron y los que no, sufrimos el rigor de haber sido detenidos no<br />
más (Sobarzo, 2010).<br />
Al consultársele sobre aquel consejo de guerra, comienza declarando que:<br />
(…) ese 18 de diciembre de 1973 marcó una parte de mi vida, un cambio total, porque a mí cuando me detuvieron<br />
se me interrogó ene cantidad de veces y a veces se me realizaron torturas físicas como psicológicas (…) a mí<br />
se me condenó y se me detuvo primero por haber sido dirigente de las Juventudes Comunistas y después se me<br />
vinculó a un grupo paramilitar y de ahí empezó la historia, el proceso, con interrogaciones cuando me tomaron y<br />
me llevaron detenido el 2 de octubre y después aparecía allá que me habían detenido el 2 de noviembre y se me<br />
procesaba, según lo que se me dijo primero que se me había detenido porque yo era dirigente, pero el hecho de<br />
ser dirigente me dijeron no era ningún problema, todos teníamos derecho a estar en un partido político de donde<br />
fuera y ser dirigente. Después empezaron las interrogaciones, los maltratos, torturas, todo eso. Después se me<br />
empezó a preguntar por armas, si yo tenía armas y yo les dijo que yo no tenía armas porque cuando me detuvieron<br />
allanaron la casa alrededor de unas cincuenta personas entre carabineros, militares y de investigaciones, dejaron<br />
toda la casa patas p’arriba, registraron todo y no encontraron nada. Pusieron a todo el resto de mi familia vueltos<br />
hacia la pared y ahí registraron colchones,camas, muebles, todo, y no encontraron nada.<br />
A mí me interrogaban de día, de noche, interrogaciones a las 3 de la mañana (…) yo estuve colgado de pies<br />
y manos, me sangraba la boca, golpeado, aplicación de electricidad, y al final llegó un día que me dijeron en<br />
unos días más tú te vas a ir en libertad porque no has hecho nada, no se te ha encontrado nada. A los pocos<br />
días llegan allá y me dicen, ‘sabe: usted va a ser condenado a presidio, te vamos a designar un abogado de la<br />
Fiscalía Militar’. Me dijo, ‘usted arriesga dos penas, sobre los 30 años de cárcel y fusilamiento, por intentar asaltar<br />
el retén de Quilleco para formar un grupo armado’. No tenía voz ni voto, estaba preso, no tenía comunicación<br />
con mi familia, nada. Vine a ver a mi familia después de siete meses de haber estado detenido, no teníamos<br />
comunicación, solamente un papelito que decía ‘carta de prisionero’ y decía a la persona a la que se la mandaba<br />
y lo único que se le podía poner era: espero que estén bien, saludos a todos, chao. La firma y el nombre, nada<br />
más. Siguieron las interrogaciones y todo el asunto y llegó el día que iba a afrontar el consejo de guerra hecho<br />
con las mismas medidas y parámetros que una película, sentado en un banco adelante, un palito y unos cordones<br />
dorados, al frente los representantes de las Fuerzas Armadas, habían carabineros, militares. Estaba también el<br />
fiscal y el abogado defensor, cuando a mí me llevaron me dijeron que solo si me preguntaban algo respondiera,<br />
encadenado de pies y manos, engrillado, empezó el consejo con los cargos, infracciones de seguridad interior del<br />
estado, ahí el abogado hizo la defensa argumentando que si yo cometí un error lo hice en tiempo de paz no de<br />
guerra, por lo tanto la pena debía ser a la par. Porque en esos tiempos se suponía que estábamos en guerra y no<br />
estábamos en guerra, no hubo una guerra, porque cómo iba a haber si una parte del bando estaba sin armas<br />
y los otros con armas. Estuve desde las 11 de la mañana hasta las 3 o 4 de la tarde. Dos días antes me habían<br />
trasladado a la cárcel.