Katherinne Brevis Arratia - Biblioteca Digital INDH
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CAPÍTULO 2<br />
En resumen, una banda delictual de más de treinta personas, compuesta por carabineros, militares y varios<br />
civiles actuaron los días 6, 7 y siguientes del mes de octubre de 1973, en los fundos “El Carmen-Maitenes” y<br />
“Pemehue”, de la comuna de Mulchén, en la provincia de Biobío. Sin orden de arresto alguna que los facultara<br />
para ello, montados a caballo y fuertemente armados con pistolas, revólveres, metralletas y fusiles automáticos,<br />
procedieron a secuestrar a trece campesinos de ambos fundos, a asesinarlos fríamente, a ocultar sus cadáveres y<br />
a amenazarnos para que nada hiciéramos al respecto. Cometieron numerosos otros delitos en la persona de los<br />
trece campesinos, de nosotros sus familiares y de otras personas del sector. Este grupo, en días anteriores al 6 de<br />
octubre, habrían realizado una acción similar en la hacienda “El Morro”, vecina del fundo “El Carmen Maitenes”,<br />
secuestrando a trabajadores ocasionándole la muerte a algunos de ellos (Vega, 1999, p. 311).<br />
Estos no son los únicos casos que terminaron en tragedia. Mulchén tiene otras aristas sin explicación. Un caso digno de<br />
presentar es el de don Nibaldo Seguel Muñoz, conocido militante comunista, quien inició el Partido Comunista en Mulchén,<br />
regidor de la comuna de Mulchén hasta el 11 de septiembre de 1973, dirigente de la CUT en Los Ángeles y padre de cinco<br />
hijos, participó activamente en la lucha por la Reforma Agraria; él entendía que como regidor debía estar junto al pueblo, dice<br />
su hijo Luis. Este caso es distinto por tratarse de una persona destacada como dirigente, como político, un militante con ideas<br />
claras a diferencia de los casos anteriormente mencionados, pero no por eso fue menos terrible. Por ser un personaje visible,<br />
a tres días del golpe militar su domicilio es allanado, sin embargo Seguel se encontraba en Santiago. Según indica su hijo Luis<br />
Seguel, quien al momento de la desaparición de su padre tenía 5 años de edad,<br />
(…) mi papá estaba escondido en Santiago, el día 27 llamó al abogado de Los Ángeles, Hugo Lillo, y le dijo: oye<br />
Hugo yo me quiero entregar, según el bando tanto decía que si la gente se entregaba no le iba a pasar nada. Y mi<br />
papá se entregó, llamó al alcalde acá en esos años don Alfredo Kúncar Ulman, para que él lo acompañara como<br />
testigo. Él lo esperó en Mulchén, mi padre se despidió de los compañeros, les pasó plata y llegó a la comisaría a las<br />
6 de la tarde, nos consta porque una comadre suya lo vio cuando llegó. Entró al cuartel y recibe el primer paletazo<br />
de Mery Santana, un paco, lo pasaron a la guardia y el oficial Pedro Fuentes Llano dice: ¿mi teniente, lo anotamos<br />
en el libro? No, no anotí ni una gueá, y en su testimonio dice que mi papá le dijo: pero si yo no he hecho nada,<br />
no tengo nada, tengo hijos no más. Así te quería ver gueón, aquí vamos a ver. Ahí lo tomaron, lo echaron a una<br />
camioneta y lo llevaron al puente Piulo, y lo sujetaron dos pacos, Ortiz y Zapata, ambos ya muertos en pésimas<br />
condiciones, con ceguera y diabetes o de cáncer el último. El teniente lo ametralló de pie a cabeza y lo tiraron<br />
al puente Piulo. Eso fue en la tarde del mismo día 27. Después pasó el tiempo y mi mamá siguió buscándolo, en<br />
el Regimiento, en todos lados, hasta que habló con el abogado Hugo Lillo y él le dijo llamemos al tiro al capitán<br />
Neira, porque había gente de derecha que se llevaba bien con la gente de izquierda, no con la cabrería, entonces<br />
le preguntó y el capitán Neira le dijo: no preguntí na’ porque ese está tiececito, y le puso el teléfono a mi mamá<br />
para que escuchara y le dijo: no señora Teresa, si Nibaldo ya no está, y ahí empezó la búsqueda del cuerpo<br />
(Seguel, 2010).<br />
La cónyuge de don Nibaldo, la señora María Teresa San Martín Cruces, en una declaración jurada otorgada ante Notario<br />
Público deja constancia de las circunstancias en que ocurrió la detención de su marido:<br />
El día 27 de septiembre de 1973, a las 18:30 horas, se presentó voluntariamente a la Comisaría de Mulchén<br />
acompañado por don Alfredo Kuncar, ex regidor y ex alcalde de Mulchén y miembro del Partido Nacional y por mí<br />
misma. Fue recibido en la Comisaría por el sargento Pedro Fuentes Llanos y el teniente Maturana Concha. Después<br />
que ingresó allí no se supo más de él (Vicaría de la Solidaridad, 1978, p. 1609).<br />
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