Presencia del pensamiento acalitense contemporáneo II

en 1985, para conmemorar el primer centenario de la inauguración de tan
apreciada edificación, pues en ella se habían congregado relevantes y
disímiles eventos.
Por ello, el maestro Topete no puede circunscribirse a una descripción de la
belleza de la construcción física sino, por el contrario, escudriñar hasta donde
fue posible para reflejar uno de los productos de la obra humana.
En esta cuidada y lujosa obra se encuentra una multitud de informaciones
que van desde los primeros asentamientos en la zona hasta los usos de los
inmuebles ahí establecidos. Ya a partir de 1860, el gobernador Esteban Ávila
Mier, manifiesta su propósito para construir el teatro, pero solamente se logró
concluir el vestíbulo. Después de 22 años, el gobernador Rafael Arellano Ruiz
comunica al presidente del Ayuntamiento la necesidad de la construcción de
un teatro, petición que recibe una respuesta favorable y se selecciona al
edificio de la "Alhóndiga", como el sitio adecuado para la construcción del
teatro, por lo cual, mediante acta notarial, se cede para tal fin.
Diversos fueron los documentos emitidos para aprobar e impulsar la obra del
teatro, que fue inaugurado en octubre de 1885, con la presentación de una
connotada compañía teatral, y se le impuso el nombre de un prócer de la patria
muy querido en la entidad: "Morelos". Luego, las proyecciones
cinematográficas complementaron la labor del inmueble.
Sin embargo, su destino tomaría otros cauces con la confrontación interna
derivada del movimiento revolucionario, y particularmente a raíz de la
insurrección contra el gobierno de Victoriano Huerta. Para ilustrar estos
episodios, Topete del Valle reproduce dos escritos: La Soberana Convención
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