Presencia del pensamiento acalitense contemporáneo II

agarrados de ‘leva’;
De los peones irredentos fustigados por el látigo.
El fervor de los humildes le
consagró su escaño desde donde la ira y la ironía
le permitían fustigar a los esbirros.
Sin demagogias, sin blasfemias,
sin componendas...
configurando situaciones de
abyecciones sociales,
tomando el pulso a los sucesos
del momento para defender
a los pobres satirizando a sus
verdugos ante la conciencia publica.
Eso y mucho más, fue Posada.
Las penurias fueron su acicate
de imágenes con valores permanentes.
La muerte, ‘don Chepito’, diablos y
calaveras, las ‘gatas garbanceras’ y
los ‘panteras’ de pulquería, en los
escandalosos ‘sanlunes’ bailando
jarabes en los fandangos del suburbio;
sorbiendo ‘catrinas’ y ‘tornillos’
de baba opalescente.
Fue un precursor permanente y
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