Presencia del pensamiento acalitense contemporáneo II

edificio.
“En un momento altamente propicio, el comprensivo Presidente de México,
don Adolfo López Mateos, en vísperas del cincuentenario de la ‘Soberana
Convención Revolucionaria’; en que dialogó la Revolución en imposible intento
para lograr imponer la razón sobre la violencia, dijo el Primer Magistrado: ‘La
Revolución está en deuda con Aguascalientes’, y liberal y magnánimo decretó
un subsidio de millón y medio de pesos para que restaurara totalmente este
Teatro Morelos, escenario de aquellas memorables jornadas de octubre y
noviembre de 1914, y fue así, como se devolvió a este memorable edificio
histórico su precioso y primitivo diseño y sus excepcionales cualidades
acústicas que habían sido perdidas a causa de una equivocada e inútil
ampliación que a la vez había mutilado su foro. Los destacados artífices de la
brillante restauración, fueron los eminentes arquitectos don Roberto Álvarez
Espinoza y don Francisco Aguayo Mora, que devolvieron al inmueble
prestancia y señorío que hoy ostenta con orgullo.
“Enmedio de este luminoso jubileo, se ilustra nuestro preclaro coliseo, con dos
generosas dávivas, cual espléndidas ‘cuelgas’: don Rodolfo Landeros
Gallegos, con esa afinada sensibilidad de hombre culto, celoso de los fueros
del espíritu, como destacado periodista y talentoso gobernante ha querido
prenderle un testimonio de emocionante cariño al mandarlo restaurar hasta
dejarlo, como ‘tacita de China’, según la vieja y simpática locución familiar y ha
ordenado la edificación de una espléndida monografía histórica, ya concluida
bajo el celo vigilante del Sr. Andrade y que está por circular. En ella se
consignan más amplias memorias de este recinto.
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