Presencia del pensamiento acalitense contemporáneo II

fuesen grabadas las ardientes proclamas del sentimiento humano que se
proyecta por exaltar a la provincia amada.
“Que el túnico fuese un poema que al estilo lopezvelardiano, se ostentara
como bandera sentimental.
“Manos y dedos, en trance de pulcritud infinita, han ido destilando flores y
estrellas, giros y figuras simbólicas sobre telas, en alardes creadores de
imágenes y figuras. Hay bordados que parecen un éxtasis salidos de
situaciones de ensueño.
“Plasmar en un tejido, en un bordado, un pedazo del suelo aguascalentense y
en él, el alma de su pueblo parece como si fuera una meta asequible. El rango
de la artesanía se eleva, cuando se crea en la obra, un estado de conciencia.
“Hay labores que tienen jerarquías y el bordado y el tejido artesanales entran
en esas categorías y la grácil figura cobra animación en un canevá de figuras
idealizadas. Los pueblos bordan, los sueños de las mujeres.
“Tal vez el alarife que proyectó la balaustrada de San Marcos, diseñó la viñeta
con motivos arrancados a una cenefa, creada por alguna costurera o
bordadora de ilusiones, en algún deshilado, logrado en momentos de un
trance.
“Parece como si los estilos ornamentales del barroco, el plateresco y hasta el
exuberante churriguera, se hubiesen volcado en el lino, en la manta o en el
calicot, para exonerar las faldas y corpiños, los chales y bufandas que en
cobijo amoroso arropan la elegancia de cuellos y la finura de semblantes de las
lindas mujeres de estas tierras.
“Hay intenciones, que parecen un sueño. Propósitos que se diluyen en la
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