Presencia del pensamiento acalitense contemporáneo II

siglo de la vida teatral del ‘Morelos’, como fueron los pulcros Jesús Díaz de
León, Manuel Gómez Portugal, José Herrán, José Flores Vaca, Eduardo J.
Correa, Enrique Fernández Ledesma y algunos otros que también, aunque en
tono menor, comentaron con certeros juicios el discurrir de los primeros años,
de la función de este preciado coliseo. Lo que dejaron dicho –hoy
lamentablemente perdido en gran parte– y cuanto escribieron
venturosamente, sería el más florido galardón; la corona de luz y de gloria para
el entrañable escenario secular.
“Dos meritísimos Maestros dejaron perdurable y benemérita semilla,
sembrada en los anchurosos campos de la belleza: Antonio Leal y Romero, el
fiel adalid de los autores clásicos, que nos permitió aplaudir el señorío de la
expresión en aquella noble dama –maravillosa intérprete de Pemán en Noche
de Levántate en Calma– a la que llamábamos con afectuosa confianza
simplemente ‘Anola (Ana María Loyola Escobedo), y algo después a la grácil
Angelita Chávez Valdepeña, que encarnó tantos y tan complicados personajes,
despertando nuestra fervorosa admiración.
“La otra personalidad impulsora de estos elevados afanes, ha sido el bien
ponderado maestro don Jorge Papadimitriou Galván, a quien se deben
continuadas disciplinas en el arraigo y florecimiento de las actividades del foro
teatral, con su grupo denominado ‘Teatristas de Aguascalientes’, a quienes se
consagran en la recién editada monografía, cumplidos y merecidos homenajes,
que en estas palabras renovamos, encendiendo nuestro elogio con especial
justicia, a los méritos de María Elena Cervantes y Salvador Samaniego, que
han brillado con especiales fulgores en la escena de este viejo y ennoblecido
64