Campaña I Caminà amb Ells - Juniors Moviment Diocesà
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Actividad 2.1: FALSOS PROFETAS<br />
DINÁMICA 1: ¿Cómo puede un ciego guiar a otro ciego?<br />
EXPERIENCIA:<br />
Cogeremos a un voluntario y le taparemos los ojos y le diremos que debe encontrar algún objeto en concreto<br />
que el educador decida y esté en la sala en la que nos encontramos. Por el medio hay obstáculos (igual que en<br />
la dinámica anterior). Entonces el educador dirá que si prefi ere hacerlo con ayuda. Seguramente decida que sí,<br />
que alguien le ayude porque el no ve.<br />
Entonces el educador le da a elegir entre las personas 1, 2, 3, 4 y 5. El caso es que todos tienen los ojos vendados<br />
menos uno, por ejemplo la persona numero 2 es la única que ve, pero el voluntario no lo sabe.<br />
Por tanto si elige 1, 3,4 o 5 cualquiera de ellas deberán guiarles, sin decirle que tienen los ojos tapados. El voluntario<br />
comenzará a caminar, a tropezar y verá que no encuentra el objeto y que tal vez la persona elegida no le<br />
ayuda. Entonces el educador le da a elegir otra persona. Esa persona ahora le ayudará poniéndose a su lado y<br />
caminando juntos de las manos.<br />
El proceso se repite, si la persona elegida no puede ver, pero si la persona elegida es la que veía, y puede ayudarle<br />
a avanzar no habrá problemas, pero si los elegidos no son los correctos, repetiremos hasta ser capaces de<br />
avanzar.<br />
REFLEXIÓN:<br />
Para la refl exión podemos tomar la lectura de Lucas 6, 37-42:<br />
“No juzguéis y no seréis juzgados, no condenéis y no seréis condenados; perdonad y seréis perdonados. Dad y se os<br />
dará; una medida buena, apretada, remecida, rebosante pondrán en el halda de vuestros vestidos. Porque con la medida<br />
con que midáis se os medirá.» Les añadió una parábola: «¿Podrá un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán los dos<br />
en el hoyo? No está el discípulo por encima del maestro. Todo el que esté bien formado, será como su maestro. ¿Cómo<br />
es que miras la brizna que hay en el ojo de tu hermano, y no reparas en la viga que hay en tu propio ojo? ¿Cómo puedes<br />
decir a tu hermano: “Hermano, deja que saque la brizna que hay en tu ojo”, no viendo tú mismo la viga que hay<br />
en el tuyo? Hipócrita, saca primero la viga de tu ojo, y entonces podrás ver para sacar la brizna que hay en el ojo de<br />
tu hermano.”<br />
Nos hemos de cuidar mucho a quién le damos crédito. En este mismo sentido hay un cuento que nos puede<br />
ayudar: “El valor de las cosas” de Jorge Bucay. En el aenxo 6, tenéis el relato de Jorge Bucay.<br />
Debemos pensar bien a quién le otorgamos nuestra confi anza, en manos de quién depositamos nuestra vida.<br />
No todas las opiniones valen lo mismo. Hay gente que t<strong>amb</strong>ién está ciega y su ayuda lo que puede hacer es<br />
perdernos más.<br />
Por eso confi amos en alguien que no falla: en Jesús. Y la mayor muestra de garantía es la Cruz. Cristo da la vida<br />
por nosotros. Él mismo lo dice, nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos.<br />
Si Jesús está con nosotros, quien podrá derrotarnos. Solo cuando estamos y vivimos alejados, apartados voluntariamente<br />
de Él podemos perdernos, con Él imposible, porque Él no falla.<br />
Respecto a esto y al acompañamiento, debemos decir como consecuencia, que un acompañante de fi ar es<br />
aquel que en su vida personal, vive muy cerca de Jesús. No el que sabe mucho de Jesús, sino que además de<br />
saber, está cerca de Él.<br />
Para esto adjuntamos dos artículos de la revista Estris, (anexos 7 y 8) en los que se ha hablado sobre la importan-<br />
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