Campaña I Caminà amb Ells - Juniors Moviment Diocesà

ANEXO 8
CONSTRUIR SOBRE ROCA
Partiendo del artículo del número anterior, me gustaría compartir algunas propuestas prácticas. No hablan
tanto de “qué hacer”, sino “con qué estilo”. Son propuestas cotidianas y por eso muchas veces las damos por
sentadas y las descuidamos. Llevarlas bien a la práctica es importante porque la actitud, la forma de estar y de
relacionarnos con ellos, el testimonio que damos, lo que con ellos vivimos y compartimos... es lo que va a calar
en su corazón. Este es el peligro, no mimar los pequeños detalles cotidianos y constantes. Creemos que basta
con preparar una “super-actividad”.
Para que lo que hagamos funcione debemos crear:
Relaciones signifi cativas: Ser cercano, importante para ellos, alguien presente en su realidad… para poder caminar
a su lado, compartiendo sus preocupaciones, conociendo su vida y contexto, respondiendo a sus necesidades
reales.
Estructuras de credibilidad: Soy de fi ar. Desde esa cercanía me muestro como soy y ellos lo ven. Lo que ven en
mí da validez a lo que digo. Y lo que digo es alcanzable, posible. Posible porque lo ven real en mi vida.
A partir de un estilo marcado por el amor (1Jn 3,18): sienten el amor de Jesús a través de tus manos, tus gestos,
palabras... Es el amor que de nosotros reciben lo que hace creíble nuestro mensaje.
Esto supone:
• Priorizar en la creación de lugares de encuentro: acampadas, excursiones, caminatas, merendolas, salir al barrio,
quedar a tomar algo, ir al cine…Encuentros fuera y dentro del centro que nos permitan ser “nosotros mismos”,
más naturales. Que vean lo que hay en nuestras vidas y que les permita a ellos “abrirse” a nosotros.
• Buscar conocernos profundamente: grupos pequeños, dinámicas de conocimiento y comunicación, buscar la
interrelación con ellos durante las actividades, preguntarles por sus cosas, darnos a conocer (eliminar las barreras
educador-niño/a).
• Encuentro personal: cara a cara, de diálogo a solas, de confi dencias... donde el corazón se abre si hay un educador
que se ha ganado respeto y confi anza.
• Compartir: compartir el tiempo, jugar con ellos, compartir refl exiones y sentimientos. Que ellos puedan ver
cómo lo haces tú, en su mismo contexto (p.e. como vives la honestidad en un partido de fútbol)
• Abrir más cauces de comunicación estrecha: mail, facebook, messenger, móvil… para estar presente en sus
vidas y dejar de ser un educador de 16h. a 19h. y ser un “compañero de camino” disponible las 24hs.
• Ser testigo: cuidar como un tesoro mi relación con Jesús, cultivarme espiritualmente, seguir sus pasos...
• Acompañamiento: “Estar a tiro” cerca de ellos, para poder orientarlos en sus problemas, sentir sus preocupaciones
como propias, rezar con y por ellos, ayudarles en la vida...
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