Campaña I Caminà amb Ells - Juniors Moviment Diocesà

Cuarta parte:
“Jesús tomó el pan, lo bendijo, lo partió y se los dio... y así lo reconocieron”
Esto muestra la extraordinaria importancia de los sacramentos para ESTAR MÁS CERCA de Jesús. Para ti la confesión
debería ser importante: te hace sacar de la mochila de las cosas que has hecho mal y seguro que te sientes
aliviado. En la eucaristía, en el momento de la consagración (cuando el sacerdote levanta la hostia) que es cuando
convierte el pan común en el auténtico cuerpo de Cristo, piensa entonces: es Jesús, no un símbolo o algo que
se parezca, sino es Él mismo, su cuerpo y su sangre.
No debéis olvidaros de la 1ª vez que sentisteis como os ardía el corazón, fue en vuestra primera comunión, vuestra
primer encuentro con el Señor. Os sentisteis llenos por dentro. Nunca antes os habías sentido así. Estabais
felices, alegres, sentisteis a Dios más cerca que nunca, estaba ahí. Fue espectacular, y desde ese momento os
disteis cuenta de que os encanta hablar con el Señor.
Quinta parte:
“Se pusieron en camino y regresaron a Jerusalén”
Después de ese reconocimiento de un Jesús vivo y cercano, los discípulos se llenaron de alegría, les cambió la
cara y no es para menos, ya que vivieron con el verdadero Dios, y todo lo que Él da. Es más, les cambió la vida.
En este camino de vuelta, fue un camino bien diferente al de ida.
Son 2 caminos bien diferentes los que vivieron los dos discípulos: uno sin Dios y con tristeza, el camino hacia
Emaús y otro con Dios: más ligero, con otro espíritu, con entusiasmo y con ganas de contárselo a todos sus amigos,
el camino de vuelta a Jerusalén. Y todo esto fue gracias a que le abrieron las puertas de sus corazones al
Señor y encontraron un verdadero sentido a sus vidas.
Y así os debéis sentir cuando estáis con Dios: las cosas las hacemos con entusiasmo, con otro espíritu, con alegría,
pongo garra, trato de encontrar el lado bueno y el sentido de los desalientos y decepciones de la vida. Y
otra cosa que nos encanta es compartir a Dios con mis amigos.
Cuando no lo hacemos así, nos sentimos egoístas. Por eso nuestro principal rezo es pedirle a Dios que nos ayude
a reconocerlo siempre.
GESTO:
Así que en este pequeño momento de silencio, pensemos en todo lo que hemos orado, escuchado y levántate,
toma tu boli y acércate al camino y plasma en él lo que estás sintiendo en este momento. Ya verás como de manera
espontánea surge una oración sincera desde tu corazón.
Peticiones:
Antes de fi nalizar, estaría bien que dedicaseis un tiempo para poder realizar peticiones, desde lo más hondo de
vuestro corazón, desde los momentos que has vivido en esta celebración.
Tal vez, tú también deberías tener presente alguna petición por todos aquellos que no han descubierto a Jesús
y se sienten tristes y andan por la vida solos; por todos aquellos que han encontrado a Jesús;
Terminaremos cogiéndonos de las manos y orando juntos la oración que Jesús nos enseñó.
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