Adolfo Bioy Casares y sus temas fundamentales - Bernardo Ruiz
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original:<br />
En esta traducción no existe la idea del universo como templo contenida en el<br />
Ah, tu ne vois pas la nuit cruelle qui brille; cet invisible temple d' où le celeste chien te<br />
contemple avec les yeux morts de ses fidèles.<br />
Como texto esotérico, los dos primeros versos definirían el éter como la mansión<br />
infinita del perro celestial donde habitan las almas muertas de todos <strong>sus</strong> fieles.<br />
De este modo el texto alcanza una perversidad absoluta: lo inferior es superior. El<br />
espectador, por su ceguera, tampoco puede darse cuenta de ese infierno que se cierne SOBRE<br />
sí. Por otra parte, podríamos señalar al cuento como uno de los posibles antecedentes del<br />
"Informe sobre ciegos" de Ernesto Sábato en Sobre héroes y tumbas. Recordemos también<br />
que la justicia, como Edipo, carecen de la vista.<br />
c) Su capacidad de transferencia: "<strong>sus</strong> padres le habían regalado un perrito lanudo. En<br />
cuanto me dormí, ese perro padeció alteraciones alarmantes y yo empecé a<br />
enamorarme de Genevieve". (12).<br />
En "El perjurio de la nieve", la presencia del perro no es tan proteica como en el<br />
cuento anterior; por el contrario, su función es enteramente simbólica; reforzada por el<br />
contexto recuerda, a la vez, a los guardianes del infierno y al alma que deambula por los<br />
jardines del reino de Anubis. Esto se explica si pensamos que hay un árbol solitario en el<br />
jardín: un axis mundi que, según Eliade, "une, a la vez que lo sostiene, el Cielo con la<br />
Tierra y cuya base está hundida en el mundo de abajo (el llamado "Infierno")". (13).<br />
Relata Villafañe: "Entre perros enormes, que silenciosamente surgían y volvían a<br />
desaparecer en la oscuridad, seguí a un evasivo portero, por una serie de patios irregulares<br />
y después por un jardín donde había un pabellón con una escalera exterior, y un solo árbol,<br />
que en la noche parecía infinito". (14). Es decir, estamos un lugar sagrado.<br />
También un pequeño detalle, la estatua de un perro y una muchacha en la casa del<br />
brujo Taboada, padre de Clara, la esposa del protagonista del Sueño de los Héroes, nos