El Parlamento Andino y los trabajadores migrantes andinos
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Los panaderos y la migración en San Miguel Coatlán<br />
“En EU, unos amigos ya me habían conseguido el<br />
trabajo de panadero, el patrón me saco la mica<br />
chueca, aunque de primerito mi familia no quería<br />
que me fuera me anime y me fui porque <strong>los</strong> patrones<br />
me prestaron lo del coyote... mi panadería quedo<br />
abierta, deje gente trabajando allá trabajaba en<br />
una panadería, llegando uno no sabe cómo está<br />
el movimiento pero según va uno aprendiendo así<br />
va ganando... es poca la diferencia en el trabajo, el<br />
material no es igual, la harina es rebajada, el azúcar<br />
es distinto pero en una semana aprendes nomas<br />
nos dicen como se hace. Con lo que gane allá, compre<br />
maquinaria, camioneta, material de panadería<br />
y un horno de panadería más grande casi trabaja<br />
solo, cose mas hartos panes todavía me falta más<br />
maquinaria pero es cara y como es para unas 2 ó<br />
3 clases de pan, no conviene invertirallá aprendí<br />
cosas de la pastelería, decorar<strong>los</strong>, hacer muchas<br />
clases de pan que aquí casi no se venden ()”.<br />
Su hermano Francisco B., de igual forma, aprendió<br />
de su cuñado Heradio, estableció su panadería en<br />
casa de sus papás, hasta que retorno de <strong>los</strong> EU inyecto<br />
recursos al negocio y lo ha hecho prosperar.<br />
Otro panadero, el señor Eduardo M. quien aprendió<br />
de las formas de elaboración del pan principalmente<br />
con <strong>los</strong> primeros panaderos, es el único panadero<br />
que no inyecto recursos traídos desde EU; se<br />
apoyó para establecer su panadería de <strong>los</strong> recursos<br />
obtenidos de la caseta telefónica que tenia instalada<br />
en la comunidad.<br />
Es decir, el desarrollo de la panadería en San Miguel<br />
ha seguido un estrecho vínculo con la práctica<br />
de migración y retorno a la comunidad. En parte<br />
este producto es bastante consumido en la región,<br />
en parte <strong>los</strong> <strong>migrantes</strong> van ampliando su horizonte<br />
de percepción y esto les influye en sus decisiones<br />
de ampliar su nivel de producción, les anima a realizar<br />
pequeñas inversiones, tienen mayor confianza<br />
para recuperarlas. Pero todo este proceso de mejoramiento<br />
no ha sido una actividad sencilla, muchos<br />
panaderos iniciaron sus negocios en sus propias<br />
cocinas domésticas.<br />
Un caso que ilustra de buena manera esta interacción,<br />
es el caso del migrante retirado José L. panadero<br />
desde 1985 quien nos comenta que aprendió<br />
la panadería por la necesidad, y “porque quería tener<br />
un oficio ya que no tuve la oportunidad de estudiar...<br />
“tener un oficio es como si estudiara uno,<br />
en <strong>los</strong> dos se gana”. Sus inicios como panadero no<br />
fueron fáciles, comenta que “aquí iniciamos la panadería<br />
en este local, la mitad era para hacer pan<br />
y la otra para dormir me dije que esto no podía seguir<br />
siendo así, y tuve que construir un lugar para<br />
cada cosa y uno exclusivo para vender pan”. Los dineros<br />
<strong>los</strong> obtuvo de la migración a EU y de la propia<br />
panadería. De hecho fue gracias a que dominaba<br />
este oficio que pudo trabajar en EU; llevo y trajo conocimientos<br />
de panadería, él mismo comenta que:<br />
“Yo me fui a EU, porque unos contactos que estaban<br />
allá negociaron para que se fuera mi hermano pero<br />
que le dieran el pasaje, él lo intento pero no pudo<br />
llegar. Yo me comunique con la panadería para ver<br />
si ocupaban un panadero, me dijeron que sí entonces<br />
me fui porque <strong>los</strong> patrones de allá me prestaron<br />
como 2000 dólares para el coyote mi esposa se<br />
quedo trabajando con mis hijos y su hermano en la<br />
panadería. Aunque el sistema de trabajo era diferente,<br />
el material viene en otra presentación y todo en<br />
ingles Aunque no aprendí inglés, si aprendí para qué<br />
es cada cosa. Tres semanas me llevo aprender las<br />
formas y el sistema de trabajo, después me dieron a<br />
cargo una panadería, después me dieron la oportunidad<br />
de hacer mis propios mode<strong>los</strong> de pan. Trabajaba<br />
de 80, 85,90 y 100 horas por semana, al día eran<br />
hasta 16,18 y 20 horas, según la demanda.”<br />
“Aunque en EU ganaba bien, me dije hasta aquí<br />
llego, ya me siento cansado y tome la decisión de<br />
estar aquí con mi familia, ahora sí que a hacer una<br />
inversión que resulte. Me regrese de EU, porque<br />
faltaba alguien aquí que se hiciera cargo de la panadería<br />
porque mi cuñado [hermano de la esposa]<br />
tuvo que salir y era quien se encargaba de ella, por<br />
eso decidí venirme”.<br />
Otro migrante, Rolando H., se dedicaba a la panadería,<br />
pero cuando vio que ya había muchos panaderos,<br />
decidió salir fuera para mantener a la familia.<br />
En el trasiego se dio cuenta que otras actividades<br />
también aportaban ingresos. En el 2004 se fue a<br />
Monterrey, allá estuvo cinco años y medio, trabajando<br />
haciendo tacos; comenta que:<br />
Diálogos Migrantes 91