17<strong>Manual</strong> <strong>del</strong> <strong>animador</strong>Características <strong>del</strong> ocioDumazedier, en 1971, daba la siguiente definición de ocio: «El ocio es un conjunto deocupaciones a las que el individuo puede entregarse de manera completamentevoluntaria tras haberse liberado de sus obligaciones profesionales, familiares y sociales,para descansar, para divertirse, para desarrollar su información o su formacióndesinteresada, o para participar voluntariamente en la vida social de su comunidad».El ocio va a estar caracterizado por diferentes notas*:- Disponibilidad de tiempo libre.- Actitud personal.- Conjunto de ocupaciones condensadas en las tres «d»: descanso, diversión ydesarrollo.- Componente lúdico.- Dimensión medioambiental, dentro <strong>del</strong> contexto territorial y ecológico.- Desarrollo creativo, que posibilita la autoformación y el entrenamiento dedestrezas y habilidades.- Dimensión festiva o vivencia <strong>del</strong> ocio junto a la comunidad.- Carácter solidario <strong>del</strong> ocio, que promueve la necesidad humana de abrirse,comunicarse y entregarse a los demás.Pero claro, dichas notas son las que se dan en los ocios activos, creativos, que exigenuna implicación de la persona, una actitud particular; los ocios pasivos, consumistas...no van a cubrir alguna o ninguna de esas notas. Así se puede establecer también unaclasificación de niveles de aprovechamiento <strong>del</strong> ocio para la persona (López Andraday otros, 1982):Nivel superiorNivel inferiorOcioOciosidad1. Formación2. Entretenimiento3. Descanso4. Aburrimiento5. ConsumoEn la medida en que las actividades que se desarrollan vayan caracterizándose porser más enriquecedoras para la persona, se irá subiendo en ese esquema. El descanso,la calma, la contemplación... (que no tienen nada que ver con el ocio estéril de pasarel rato) marcarán el punto medio de ese aprovechamiento. Por encima, tendremos* LLUL PEÑALBA. Teoría y práctica de la Educación en el Tiempo Libre. Madrid: CCS, 1999.
Introducción 18ocios enriquecedores, y por debajo, niveles inferiores <strong>del</strong> ocio que se pueden definircomo ociosidad, caracterizados por la apatía, la inactividad, la frustración y el meroconsumo de productos y servicios de ocio.Ese mayor o menor aprovechamiento <strong>del</strong> ocio va a pasar por la actitud <strong>del</strong>individuo al enfrentarse a su tiempo libre. Según Trilla (1993), esta actitud se desarrollaen torno a tres ejes principales:- Autonomía: libertad de elección (o su percepción, al menos) <strong>sobre</strong> lo que se vaa hacer en el tiempo libre.- Autotelismo: la actividad de ocio tiene un fin en sí misma, y no busca obtenermás que el simple <strong>del</strong>eite de realizarla.- Vivencia placentera: el ocio debe ser satisfactorio y gratificante.En función de esos ejes, el mismo Trilla define el ocio como «una forma de utilizarel tiempo libre mediante una ocupación autotélica y autónomamente elegida yrealizada, cuyo desarrollo resulta placentero al individuo».Esta concepción <strong>del</strong> ocio, sin embargo, no ha sido constante a lo largo de lahistoria*. Es más, podemos considerar que es uno de los avances de nuestra civilización,pues durante siglos el ocio estaba reservado a las élites (así era en Grecia, donde elideal de ocio de los ciudadanos se mantenía a costa de una sociedad estratificada yesclavista; o en Roma, fiestas y lujos y un ocio público de carácter consumista yamortiguador de conflictos, el sabido panem et circenses; durante el Renacimientorevive el arte, la sensibilidad y el gusto por el ocio, pero para los poderosos; en elBarroco se vive una doble moral, con un ocio libertino caracterizado en Sade,Casanova…) o estaba ligado a lo religioso y lo folclórico (Edad Media, fiestas religiosas,Carnavales, teatro en las calles como continuación <strong>del</strong> teatro sacro).Serán las conquistas obreras las que consigan continuas mejoras en el tiempolibre para los ciudadanos: menos horas de trabajo, aumento de salarios, vacacionespagadas... Pero hasta 1948, con la Declaración Universal de los Derechos <strong>del</strong> Hombreno se consagra el derecho al tiempo libre y al ocio: «Toda persona tiene derecho aldescanso, al disfrute <strong>del</strong> tiempo libre, a una limitación razonable de la duración <strong>del</strong>trabajo y a vacaciones periódicas pagadas (art. 24)».Así, en nuestra sociedad actual, Cuenca Cabeza** distingue tres concepciones<strong>del</strong> ocio:- El ocio como autorrealización: se entiende el ocio como un ejercicio de libertady autodesarrollo personal y comunitario, un proceso dinámico de perfeccionamiento,de mejora, de adquisición de habilidades...* LLUL PEÑALBA. Teoría y práctica de la Educación en el Tiempo Libre. Madrid: CCS, 1999.** CUENCA CABEZA. Ocio humanista. Bilbao: Universidad de Deusto, 2000, pp. 70-80.