12.07.2015 Views

Manual del animador - Plan Nacional sobre drogas

Manual del animador - Plan Nacional sobre drogas

Manual del animador - Plan Nacional sobre drogas

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

21<strong>Manual</strong> <strong>del</strong> <strong>animador</strong>se impone la necesidad de relacionarse con otras personas, de compartir con ellasexperiencias vitales enriquecedoras. Esa necesidad es cubierta por el ocio, principalmenteen la relación con la familia y también con los amigos.La función simbólica hace referencia a que la forma de vivir el ocio se asocia conun determinado nivel social, es decir, a determinado estilo de ocio corresponde undeterminado estilo de vida. Esto no siempre es así: el ocio ha contribuido a diluir lasbarreras entre las clases sociales, ha democratizado la cultura y las diversiones. Perosí es cierto que, en ocasiones, sirve para levantar nuevos muros y que aún sigueteniendo mucha importancia como indicador de la posición social (pero todos sabemosque muchas veces se trata tan sólo de aparentar. Vivimos una cultura en la queimporta más el tener que el ser, y por lo tanto, tiene mucho valor hacer ostentaciónde lo que poseemos y de lo bien que nos lo pasamos con esas cosas).Esta función simbólica hace referencia también a un deseo de individualizarsey afirmarse ante los demás. La forma de vivir mi ocio puede decir mucho <strong>sobre</strong> loque yo soy (y no sólo <strong>sobre</strong> lo que poseo).La función terapéutica incide en la salud. Un ocio que nos aleje de una vida sedentariaevitará la aparición de diversas enfermedades y mejorará el tono general <strong>del</strong> cuerpo.Por último, debemos fijarnos en la función económica <strong>del</strong> ocio, que cobra cadadía más importancia. El ocio supone unos gastos considerables, porque se vive unocio que precisa de diversos instrumentos y equipos: ropa, calzado, útiles deportivos(esquíes, bicicletas, patines…), televisión, ordenador, equipos musicales, electrodomésticos…Parece ser que hoy en día para divertirse es necesario invertir una cierta cantidadde dinero. Y parece ser que cuanto mayor sea esa cantidad más te vas a divertir. Esla cultura <strong>del</strong> consumo…Pero no podemos negar cómo se retroalimentan el sistema productivo y eltiempo de ocio. El trabajo permite a las personas disponer de dinero, que luego gastanen su tiempo de ocio. Se hace así más necesario el tiempo de ocio, dentro de unoslímites, de modo que la producción no se resienta. Hasta ese miedo se está perdiendo,por dos motivos: uno, el importante peso que tiene en la economía el ocio, y otro,que el trabajador llega al trabajo más descansado y dispuesto a trabajar, con lo queno disminuye su productividad.En cierto sentido, trabajo y ocio dependen uno de otro. El problema aparecerácuando se rompa el equilibrio. Si se disfruta demasiado <strong>del</strong> ocio, ¿no se terminarápor rechazar el trabajo?. Y por otro lado, ¿el ocio va a convertirse definitivamente enun tiempo de consumo o se conseguirá que sea también un tiempo de desarrollo <strong>del</strong>a persona que no implique necesariamente consumir?.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!