Libro Electronico V Congreso Procomcap 2015

parcialmente en desacuerdo y un 22% estaba totalmente en desacuerdo en que era
importante incluir a miembros de la familia para puestos en la empresa a futuro.
Así mismo un 86% consideraba que era de suma importancia mantener en la familia el
control de la propiedad de la empresa, es decir casi la totalidad de las empresas les interesa
mantener el control de la organización y no dejar que miembros no familiares se apoderen
de esta. Solamente un 7% mantenía la postura, es decir no les interesaba mantener en la
familia el control de la propiedad; y el otro 7% restante estaba de acuerdo en mantener el
control de la propiedad de la empresa en la familia, sin embargo no con la misma fuerza
que la mayoría.
Según los resultados obtenidos, el 50% de las empresas que contaban con lazos familiares
eran parte de la segunda generación operando en la empresa, y el otro 50% era apenas la
primera generación; lo cual aplica a la definición de empresa familiar de Donnelley (1974).
Este autor considera a una empresa familiar cuando aquella ha estado identificada por lo
menos durante dos generaciones con una misma familia, y cuando esta vinculación ha
ejercido una “influencia mutua” sobre la política de la empresa, sobre los intereses y los
objetivos de la familia.
Continuando con el punto de vista de este autor, se puede a su vez relacionar el sujeto en
estudio con su teoría; ya que dentro de estas empresas se podía ver que los intereses y los
objetivos eran aquellos que los dueños y administradores deseaban obtener; es decir,
aquellos de la familia. Lo cual según Donnelley (1974) son características suficientes para
clasificarlas como empresas familiares.
Asimismo, uno de los aspectos principales que distingue a una empresa como “familiar”, de
acuerdo a Romero (1995), es el grado de presencia y control administrativo y financiero
que tengan los propietarios y su familia dentro de la misma. A mayor número de familiares
trabajando en una empresa; y a mayor concentración de las decisiones, más “familiar” será
ésta, y mayor el potencial de conflictos a su interior.
Es decir, las pequeñas empresas de este sector eran “bastante” familiares, debido a que el
67% de estas contaban con dueños con una relación familiar entre sí; y a su vez la mayoría,
el 57%, de las administradores de las empresas tenían relación familiar con los mismo
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