Revista 15 - Noviembre 2016
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Andrés Emiro Díez Restrepo - Armando Bohórquez Cortázar - Melissa Rodríguez Mejía<br />
Los buses de batería, que operan en China y<br />
Corea, reciben importantes beneficios estatales,<br />
pudiéndose afirmar que “operan a pérdida”.<br />
Las grandes barreras para su masificación<br />
son su rango limitado, el alto costo y<br />
sobrepeso debido a las baterías. Por su parte,<br />
la compañía BYD, por sus siglas en inglés<br />
(Build Your Dreams), ofrece un bus eléctrico<br />
de 12 m a batería, con una autonomía, según<br />
catálogo, [7] de fabricante de 240 km.<br />
Cuenta con una batería de litio-hierro desarrollada<br />
por la propia compañía, la cual hace<br />
que el peso del bus vacío sea de 13.8 Ton. Si<br />
se compara con un trolebús de las mismas<br />
dimensiones y cuyo peso es de 10.9 Ton, se<br />
encuentra que el sobrepeso causado por las<br />
baterías es de 2.9 toneladas.<br />
Comparativamente, un bus eléctrico autónomo<br />
es menos eficiente que un bus eléctrico<br />
con catenaria. Al respetar un peso<br />
máximo de 18 Ton, la capacidad de carga<br />
de pasajeros es de 62 pasajeros para el bus<br />
BYD y de 105 pasajeros para el trolebús. Si<br />
se asume un consumo de energía idéntico<br />
para ambos de 1.2 kWh/km, el consumo<br />
por pasajeros resulta siendo de 18.75 Wh/<br />
pasajero para el bus a batería de BYD y de<br />
apenas 11.4 Wh/pasajero para el Trolebús,<br />
que es casi la mitad.<br />
Así como los trolebuses requieren una infraestructura<br />
para su alimentación, los buses<br />
a batería requieren una infraestructura<br />
de recarga que, al tener elementos comunes<br />
como transformadores y rectificadores, tienen<br />
costos similares. La diferencia radica en<br />
que no se requiere ni la instalación de la línea<br />
aérea de contacto, ni los postes y accesorios<br />
correspondientes. Del costo total de la<br />
infraestructura de alimentación eléctrica la<br />
línea aérea con todos sus accesorios y postes<br />
representa, aproximadamente, el 30 % pero,<br />
debe tenerse en cuenta que su vida útil es de,<br />
al menos, 20 años. La tecnología a batería<br />
permite el aprovechamiento de las horas de<br />
baja demanda de la red eléctrica, usualmente<br />
nocturnas, permitiendo que se aplane la<br />
curva de demanda de energía.<br />
Se proyecta que, en el mediano plazo, los<br />
desarrollos en densidad energética de las<br />
baterías permitan mejorar la capacidad de<br />
acumulación de energía sin incurrir en masa<br />
adicional, garantizando una mayor autonomía.<br />
Los buses eléctricos autónomos tienen<br />
como desventaja, que la demanda de todo el<br />
sistema se concentra en los sitios de recarga,<br />
que de ser pocos pueden representar una<br />
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exigencia importante a la red en el punto de<br />
conexión. En el caso de un sistema alimentado<br />
por catenarias, la demanda total se distribuye<br />
a lo largo del recorrido, primero en<br />
subestaciones de tracción y luego en las de<br />
alimentación; por lo tanto, su incorporación<br />
tiende a ser menos exigente para la red. Adicionalmente,<br />
el consumo de energía neto de<br />
los sistemas a batería es mayor que un sistema<br />
de trolebuses, por las pérdidas asociadas<br />
a la carga y descarga de la batería.<br />
Otra de las preocupaciones con la tecnología<br />
a batería corresponde a su limitado ciclo<br />
de vida porque, aunque algunos fabricantes<br />
como BYD declaran en catálogo hasta 6000<br />
ciclos de carga-descarga, pero en este punto<br />
la capacidad de almacenamiento sería de,<br />
apenas 80 %, por lo que el rango del bus se<br />
reduciría de 240 km a apenas 192 km, lo que<br />
supone enormes inconvenientes operativos.<br />
A los <strong>15</strong>00 ciclos, 4 años, la capacidad de la<br />
batería ya se habría reducido en un 10 %, valor<br />
inaceptable para una operación intensiva<br />
tipo BRT.<br />
Las implicaciones de este tipo de reducción<br />
de capacidad de la batería van desde inversiones<br />
para reponer las baterías, hasta el incremento<br />
de la flota, si se quiere mantener<br />
el número de kilómetros operativos. Lógicamente,<br />
para rutas alimentadoras de menor<br />
intensidad, buses más pequeños y mayores<br />
requerimientos de flexibilidad, ésta es una<br />
excelente alternativa.<br />
Los sistemas con buses de recarga rápida, en<br />
ciertas estaciones, conocidos también como<br />
sistemas de recarga de oportunidad, han ganado<br />
amplia relevancia por diversas demostraciones<br />
que se han efectuado en Suiza y<br />
China. Sin embargo, ninguna de las demostraciones<br />
involucra la intensidad y el recorrido<br />
diario de sistemas BRT colombianos. Los<br />
vehículos operados en la experiencia TOSA<br />
(ABB) [8] son buses articulados con capacidad<br />
reducida a 135 pasajeros, por el sobrepeso<br />
de los almacenadores de energía que,<br />
en este caso, corresponden a una combinación<br />
de baterías y ultracapacitores. Con esta<br />
combinación de almacenadores, estos trolebuses<br />
especiales logran cargas de alta velocidad<br />
en <strong>15</strong> s, en cada parada intermedia, y<br />
cargas más lentas de 3 minutos en estaciones<br />
terminales. En los <strong>15</strong> s carga el bus recibe<br />
aproximadamente 1,6 kWh de energía, que<br />
según el consumo medido en la experiencia<br />
del trolebús de UPB y en el de Quito, solo le<br />
alcanzaría para cubrir la distancia entre dos<br />
estaciones de manera optimista. Esto implica<br />
que, en lugar de tener subestaciones de<br />
<strong>Revista</strong> Asociación de Ingenieros Electricistas AIE UdeA / Número <strong>15</strong> /<strong>Noviembre</strong> <strong>2016</strong> /Medellín -Colombia / ISSN: 1794-6077