37 años de trabajo continuo unidos para progresar
La Ingeniería Eléctrica de la Universidad de Antioquia y su talento Una nueva perspectiva hacia el futuro Noé Alejandro Mesa Quintero noe.mesa@udea.edu.co “(...) Domadores de cerros y corrientes fluviales, padres de la energía eléctrica y, a la vez, de las torres que sostienen el viaje de la luz, esposos de las minas y padres, otra vez, del oro, del petróleo y de las esmeraldas, pilotos de la industria, tripulantes de la nave electrónica y sus tableros luminosos, calculistas, expertos en milagros, en mareas de concreto y de hierro que ellos inmovilizan en el aire, sobre columnas de granito y leones de acero. Mas los ingenieros no son hombres extraños e inalcanzables. Son hombres simplemente, antes que ingenieros, y en ello radica su mayor riqueza. Son sus obras proyecciones de su condición humana y de sus sentimientos de solidaridad (...)”. Los ingenieros, Carlos Castro Saavedra. Lo anterior, nos hace recordar que los ingenieros no somos nada diferente a cualquier ser humano, que se equivoca, triunfa, avanza, persiste, gana o pierde; pero también, nos debe hacer entender que estamos en una realidad que necesita y siempre necesitará algo más, y que siempre debemos buscar cómo mejorar el entorno sin pensar, en ningún instante, que no podemos conseguirlo o que ya es suficiente con lo que existe. Estos pensamientos también atañen a la academia y, desde el Departamento de Ingeniería Eléctrica, hemos buscado mejorar siempre los procesos de enseñanza-aprendizaje, además de incorporar las nuevas tendencias y desarrollos en las áreas de aplicación de la ingeniería. No obstante, soy de los que piensan que una buena fundamentación es la que hace un buen ingeniero, pues con ésta, siempre se podrá ser un buen profesional, ya que unas buenas bases, teóricas y prácticas, son las que le abrirán el panorama profesional. En especial, la fundamentación en ingeniería se puede conseguir en la universidad a través de los cursos, (independientemente de la institución y de las asignaturas aprobadas), laboratorios, talleres, reuniones, lecturas críticas, seminarios, simposios, libros, videos, entre otros y que, luego, se confronta con la visión y la interpretación que los profesores, compañeros y egresados, le puedan dar. Toda esta información terminará de formar a esa persona, desde un punto de vista ético y profesional que, después de graduarse, querrá revertir en la sociedad y en su universidad aquello que considera pertinente. Por ello, es común ver a los egresados, de cualquier época, retornar siempre a la universidad para hacer comentarios sobre una nueva forma, en la cual podrían desarrollarse las actividades académicas, buscando así, mejorar la academia desde su nueva perspectiva. Esto, siempre ha llenado de gran satisfacción a los profesores y administrativos del programa, porque sienten la compañía y la voz de aliento por parte de los egresados, quienes se abocan a revisar el pasado que los forjó, mediante una mirada crítica y siempre propositiva, con una visión holística de ese pasado vivido y de cómo les permitió llegar al punto donde hoy se encuentran. Estas mismas razones, las de forjar un futuro siempre mejor, basados en lo vivido, es la principal motivación que nos ha movido a cambiar y a mejorar los contenidos de las asignaturas, la cantidad misma de éstas y las actividades académicas que se perfilan como pertinentes, mirando siempre la ingeniería eléctrica, desde un contexto nacional y universal, sin perder de vista que, como comunidad académica, nos debemos a la sociedad. El nuevo plan de estudios Por ejemplo, desde 2009 se presentó el cambio a la nueva versión del plan de estudios (con 198 créditos y 6 niveles de inglés), con el cual se buscaba preparar un mejor ingeniero electricista para la sociedad y para el mundo. A decir verdad, este plan de estudios mejoró en algunos aspectos la educación 91 que, hasta entonces, se daba, pues permitió