Ecuador

Mujeres, Empoderamiento y Trabajo Informal en Ecuador
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Claudia identificaba que su hermano varón
pudo acceder a un nivel universitario debido a
que la carga del trabajo doméstico recaía en su
esposa. Ella, por ser mujer, no había tenido esa
posibilidad:
“Todos terminamos casados pero tengo un
hermano mayor que él sí siguió estudiando y ya
sacó la abogacía, no hace mucho. Es diferente,
él tenía su esposa al lado y le dejaba a sus hijos
con la esposa y él siguió, pero en cambio yo
estoy sola, entonces me imposibilita en tiempo,
en economía, en todo”. (E 5, Claudia).
Estas mujeres identifican como una importante
limitación el bajo nivel educativo y afirman
además que ello es producto de las relaciones
desiguales entre los sexos. Sin lugar a duda,
los sistemas de cuidado sociales de los/las
niños/as y las políticas educativas dirigidas a
mujeres constituyen herramientas fundamentales
para su empoderamiento económico.
Las restricciones impuestas por el mercado
Otro elemento que, desde los sentidos que
construyen las trabajadoras sobre su entorno
laboral, se relaciona con el conocimiento de las
restricciones que el propio mercado impone es
el disciplinamiento que genera la sobreoferta
de mano de obra en el mercado formal como
un condicionante: "El trabajo ahora está muy
copado (...) para una empresa, creo que hay
100, 200 carpetas que se ponen a elegir" (E 5,
Claudia). Ella también expresa: “Hay gente que
trabaja incluso por menos del salario básico
más tiempo, entonces son lo que adquieren su
trabajo". (E 5, Claudia).
Las limitaciones educacionales que se abordan
en el apartado anterior influyen directamente
en las restricciones para acceder al mercado
laboral. Claudia tenía expectativas de ser
profesional docente, abogada o cajera de un
banco: "Siempre me ha gustado manejar el
dinero o como atender un sitio así, público". (E 5,
Claudia). Sin embargo, identifica como limitaciones
o restricciones la exigencia de estudios
superiores o la necesidad de contar con vínculos
y contactos para ingresar al mercado formal, es
decir, configura un sentido de acceso al mercado
formal asociado con prácticas “amiguistas” y
clientelares:
“Ahora lastimosamente se pide para eso estudios
superiores y cuando usted sigue estudios superiores
igual se necesita esto de las palancas o si
no, no puede entrar. Por ejemplo yo apliqué al
Banco de Pichincha pero me supieron decir que
a un ahijado del señor que era jefe del banco le
habían dado el puesto a él. Entonces son ese tipo
de cosas que a una también le imposibilitan a
sobresalir o a seguir”. (E 5, Claudia).
Vásconez y Espinosa (2014) en el estudio cuantitativo
de esta investigación sostienen que la
inversión en capital humano sería la explicación
más reveladora de las diferencias en la participación
laboral de las mujeres entre estratos
sociales. “El efecto costo de oportunidad (de la
inversión en capital humano) tiene mayor impacto
que el efecto ingreso en la participación laboral
de las mujeres” (p. 15). Es decir, las mujeres que
pertenecen a quintiles más altos y que tienen
niveles educativos superiores perderían más (en
términos salariales) si se quedan en su casa, que
las que se encuentran en los primeros quintiles,
quienes tienen menor nivel educativo y recibirían
menores salarios.