Ecuador

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hijos e hijas. Para las vendedoras sin dedicación
exclusiva que habitan un local comercial
y que conforman el 80% de la población,
los principales ingresos provienen de la
venta de otros productos y servicios ajenos a
la venta directa por catálogo. Esta alta cifra
de vendedoras para quienes los ingresos de
las ventas representan solamente un extra
haría suponer que estas tienen mayor facilidad
para vincularse al estatuto fiscal y
laboral de la tributación, en la cual, de acuerdo
con las estimaciones recientes del INEC
citadas en este informe, quien tribute en el
registro Único de Contribuyentes (RUC)
puede ser considerado como un/a trabajador/a
formal. “La ética de declarar renta” también
es un principio que viene tomando fuerza
por el discurso empresarial. El gremio de la
venta directa en Ecuador apuesta a fomentar
una cultura tributaria, en la medida en que más
vendedoras se registren en el RUC.
Algunas vendedoras directas por catálogo,
siguiendo estos ordenamientos o simplemente
por el hecho de ser dueñas de un
establecimiento comercial, facturan los productos
de las ventas directas y declaran
renta. Esta condición, más que denotar una
“legalidad” y una formalización del empleo,
puede ser un indicador de 2capacidad de
endeudamiento”, ya que quienes declaran
renta generalmente lo hacen porque han
adquirido un préstamo:
“En un tiempo, las facturas me sirvieron para
hacer préstamos y para ver el monto de
cuánto vendía y todo eso porque veían cuántos
ingresos tenía y cuánto ganaba, y eso era
como un ingreso más. Supongo que en otras
oportunidades que haga préstamos esos
papeles me servirían”. (EV 6, Lady).
Sin embargo, solamente el 27% de las vendedoras
directas tributa al RUC, mientras
que el 93,3% estima casi imposible que esta
actividad les permita ahorrar. Los bajos
ingresos económicos que perciben, generalmente
no llega al salario básico nacional, que
para 2015 se situó en 354 dólares. Cuando
se le preguntó a la líder de Avon, Jazmín, si
lograba ahorrar, ella señaló los productos
dispuestos en su mesita y respondió:
“Ahí están mis ahorros, míralos, ahí está el
ahorro” (EV 12, Jazmín).
Las representantes, que obtienen el 25% de
descuento como ganancia sobre el valor de
sus facturas, ganan entre 70 dólares (valor
mínimo de facturación en Avon para obtener
premios) y doscientos dólares, con casos
atípicos como el de María José, que subsiste
exclusivamente de las ventas y dice haber
facturado recientemente quinientos cincuenta
dólares juntando los ingresos de Avon,
Belcorp y Yanbal.
Estos ingresos no están exentos de otros
gastos añadidos, pues como dice otra vendedora:
“Me cobran de las revistas que vienen tres
cada mes, eso cobran, el cargo operativo,
eso es lo que casi siempre nos cobran. (…)
Estoy más o menos en la ganancia de 20 o 30
dólares. Eso sí sirve para algo en la casa”.
(EV 6, Lady).